EFE – El estadio Da Luz de Lisboa en Portugal pondrá en juego a partir de la 1:45 p.m. el derbi más grande de la historia entre Real Madrid y Atlético en el mejor escenario posible: la final de la Uefa Champions League, en un apasionante duelo entre la obsesión de la ‘Décima’ Copa de Europa blanca y el entusiasmo y la ambición rojiblanca por la ‘Primera’.
El mundo del fútbol estará pendiente de un partido, de una cita para la historia y la eternidad para la ciudad de Madrid, por un trofeo ansiado por el equipo madridista desde hace 12 años y una ocasión anhelada por el Atlético desde hace 40, desde 1974, cuando perdió aquella dolorosa final frente al Bayern Múnich en Bruselas.
Las individualidades y el poder ofensivo del Real Madrid, el campeón de Copa del Rey esta temporada, contra el bloque, la intensidad, la firmeza defensiva y la fortaleza del Atlético, subido en una ola de buenas sensaciones en su formidable campaña, en la que el pasado sábado festejó un campeonato de Liga 18 años después.
Un nuevo combate, seguramente el más transcendente, entre dos rivales eternos; un duelo táctico entre el italiano Carlo Ancelotti y el argentino Diego Simeone y el cuarto enfrentamiento entre los dos equipos en esta temporada: dos los ganó el Real Madrid, uno el Atlético y el último, a primeros del mes de marzo, terminó 2-2.
Ancelotti puede convertirse en Lisboa en el técnico más laureado si vence. Igualaría las tres copas de Europa conseguidas por Bob Paisley con el Liverpool. Ha sabido sacar partido de las virtudes de sus jugadores, con una apuesta ofensiva bajo un 4-3-3, explotando el juego directo con la velocidad de jugadores como Cristiano Ronaldo, Gareth Bale o Ángel Di María y con una personalidad de salir siempre por el balón.
Tras la exhibición en la fase de grupos, con récord goleador del equipo y del portugués Cristiano Ronaldo, el Real Madrid tuvo que desmitificar la maldición alemana para sembrar su camino a la final. Vapuleó al Schalke, se vengó de su último verdugo, el Borussia Dormund, y sacó los colores al vigente campeón, el Bayern Múnich. La brillantez de la semifinal y el 0-4 firmado en un terreno donde jamás había vencido, el Allianz Arena, provocaron la relajación final en Liga. El verdadero objetivo lo tenían ante sí. La oportunidad de conseguir la ‘Décima’ tras 12 años de sequía, era una realidad.
“Será un partido especial. Jugaremos en mi país. Es mi primera final con el Real Madrid, que la hace aún más especial, y será contra un gran equipo, el Atlético de Madrid, que ha impresionado y ha estado espectacular este año. Pero vamos a ir a ganar y dar todo, porque queremos la décima”, dijo la máxima estrella del Real Madrid, Cristiano Ronaldo.
El Atlético, por su parte, acude a la cita con jugadores tocados, pendiente de la evolución de dos de sus mejores futbolistas: el imponente Diego Costa, tan inteligente en el desmarque, tan fuerte en la zancada y tan decisivo arriba como insistente en la pelea con sus marcadores, y el habilidoso turco Arda Turan, técnico y astuto. Una lesión muscular en el bíceps femoral de la cara posterior del muslo derecho, con visita incluida a Belgrado esta semana para intentar acortar plazos bajo el tratamiento de Marijana Kovacevic, pone en duda la participación del delantero en la final, más aún en el once inicial, como también le ocurre al centrocampista, con más opciones pero aún recuperándose de un golpe en la cresta iliaca.
La incertidumbre sobre su estado condiciona el once, para el que el argentino Diego Simeone, su técnico, maneja algunas variantes, entre ellas reforzar el centro del campo.
Una posibilidad es alinear un 4-4-2, con Diego Costa, si está recuperado, o con Adrián López. En ese caso, Mario Suárez saldría de la titular, en la que son fijos el delantero David Villa, Joao Miranda, Diego Godín y el portero Thibaut Courtois.
Son las opciones del Atlético para la final, en la que se presenta después de 60 encuentros esta campaña, con sólo seis derrotas, con un partido perdido de los últimos dieciocho y como el único invicto en esta edición de la Champions League tras una docena de choques, después de superar a Milan, Barcelona y Chelsea.