FIFA – Cuando a Lourdes ‘Kika’ Moreno le pasó lo de su mamá, el mundo se le vino abajo. Hasta el punto de dejar lo que más quería. No había consuelo posible. “Estaba deprimida y me quería alejar de todo. Su muerte es lo más fuerte que me ha pasado. Cuando sucedió, decidí retirarme del fútbol”. Tenía 18 años y un futuro brillante por delante, pero en ese instante todo daba igual.
Por suerte, éste no es el final de la historia. Juan José, su papá, y sus hermanos lograron hacerla ver que rendirse no era una opción. “Mi familia me hizo entrar en razón”, cuenta a FIFA.com. “Me dijeron que no podía dejarlo, que mi mamá siempre me apoyó, así que después de estar retirada como 5 o 6 meses, cuando me volvió a convocar la selección, me convencieron para volver”.
Ha pasado casi año y medio desde entonces, y la centrocampista sonríe en su habitación de hotel en Port Moresby, Papúa Nueva Guinea. “No lo superas, porque esto nunca se supera ni lo olvidas, pero sí aprendes a vivir con ello”. Y parte de ese aprendizaje consiste en transformar la pena en motivación, así que no hay nadie con más ganas de que la pelota eche a rodar en esta Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Papúa Nueva Guinea 2016, a la que Venezuela acude con grandes expectativas. Y con la ‘Kika’ a punto de hacer historia: nadie hasta ahora en su país puede presumir de haber capitaneado a la Vinotinto en dos Mundiales.
“La verdad que la responsabilidad es grande. Estoy agradecida al cuerpo técnico y a las compañeras por el apoyo y la confianza dadas”. Con ella al mando, Venezuela dio la campanada alcanzando la cuarta plaza en el Mundial Sub-17 de Costa Rica 2014, posición que repitió hace unas semanas en Jordania… y que la jugadora no vería con malos ojos alcanzar en Papúa. “Estar hasta el final, hasta que el Mundial se acabe, es nuestro objetivo. Pero hay que pensar partido a partido, porque el grupo no es nada fácil”.
Alemania, actual campeona del torneo, México y la República de Corea esperan ya a la Vinotinto… Y sólo dos pasan de ronda. Pero la ‘Kika’ lo tiene claro. “No hay miedo. No será fácil para nosotras, pero tampoco lo será para ellas. Hay nervios, como siempre que hay partido, y estamos ansiosas porque tenemos la presión de sacar los resultados, pero estamos mentalizadas”.
Sin Deynadependencia
Y lo más importante, la capitana y muchas de las jugadoras venezolanas saben bien qué se siente mientras se espera en el túnel antes de saltar a la cancha, al escuchar los himnos… Porque si algo tiene este equipo es experiencia, con la base de las ‘veteranas’ de Costa Rica, a la que se unen jugadoras que ya se han fogueado en Sudamericanos, Juegos Bolivarianos, la Copa América de categoría absoluta… “Tenemos un muy buen equipo”, asegura.
Hasta el punto de que la ausencia de Deyna Castellanos, posiblemente la jugadora venezolana más conocida en estos momentos y que dio toda una exhibición en Jordania, no inquieta en exceso. “Es una lástima que no haya podido venir, pero si de la Sub-17 se decía que había Deynadependencia, eso no pasa aquí. Aquí cualquiera puede hacer el papel de protagonista”.
14 horas, ni más ni menos, separan los husos horarios de Venezuela y Papúa, pero que nadie lo dude: el país se volverá a volcar con sus chicas. “Ahorita allí nos están brindando mucho apoyo y muchas personas ponen en redes que verán nuestro partido con Alemania”. Entre los que esperarán a las 2 am de la madrugada de este 14 de noviembre para sentarse ante el televisor y seguir el debut de la Vinotinto estará su familia al completo. “Me dijeron que van a trasnocharse para ver los partidos. Voy a tener a la familia con ojeras”, dice entre risas.
Ahí estarán Juan José, el padre orgulloso; Juan, el hermano mayor, con el que se inició en el fútbol jugando en las calles; y Yolimar y Yesimar, sus dos hermanas, que “pueden ser modelos o cualquier cosa antes que futbolistas”, pero que tampoco quieren perderse la gran aventura de la Vinotinto en tierras papúes.
Y también estará Nuri, la madre ausente, pero siempre presente en los pensamientos y en la piel de la jugadora gracias al tatuaje que se hizo con su nombre y su fecha de nacimiento. “Los goles y todos mis triunfos van a ser para ella y mi familia”. Porque la historia de la ‘Kika’, lejos de terminar, no ha hecho más que comenzar.