PRIMERA PARTE – Por: Mariann García
¿Cómo fue la llegada de Darío Figueroa al Caracas FC?
Llegué en un momento espectacular, donde se vivieron cosas que nunca me imaginé vivir. Uno de ellos fue la Copa Libertadores 2009, pues era un reto. Ya había tenido intentos fallidos con Maracaibo en el que nunca se había tenido la oportunidad de pasar a los 8vos de final con un equipo venezolano en el que yo estuviera, ya que con equipo de acá es mucho más difícil todo. Llegar al Caracas y no sólo pasar a 8vos, sino también a cuartos de final con un equipo venezolano fue realmente maravilloso.
¿Darío pasó casi tres semestres con el Caracas FC, cómo fue la experiencia?
Realmente estoy feliz de estos dos años que me ha tocado estar aquí en el Caracas, donde descubrí o me acordé de una faceta de cuando era chico, marcar goles. En este equipo tuve la posibilidad de hacer muchos más goles de los que hice en Maracaibo en cinco años.
¿Su rendimiento ha sido clave en su etapa por el “Rojo”, cómo lo analiza?
He sido el volante ofensivo con más goles en el Caracas, sumando copas internacionales, Venezuela y campeonatos, esto para mí es algo bonito, pero me quedo con las cosas grupales que se consiguieron porque esos son los que le ha dado la alegría a la gente que siempre nos ha seguido.
¿Algunas anécdotas de su pasado por el UA Maracaibo y el salto al Caracas FC?
Algo muy particular que recuerdo es cuando me tocó perder con Maracaibo ante Caracas y ver que la gente que venía de allá era un poquito más o igualaba la cantidad de personas que seguían al Caracas y hoy ver que se puede llenar un estadio, en la que uno ha sido participe, es algo que me llena de satisfacción poder haber estado en un grupo que colaboró a eso.
El valor de su paso por Venezuela, lo que le gustaría lograr
Hace siete años estoy aquí y realmente me siento parte del fútbol venezolano. Una de las espinitas que me quedan es no haber tenido el chance de jugar un partido con la selección, siempre lo aspiré y lo soñé. Yo soy un convencido de que todo pasa porque me nacionalice, pues si hubiese nacido acá la oportunidad la hubiese tenido hace bastante.
Los momentos futbolísticos más bonitos que he vivido los he vivido aquí en Venezuela.
¿Un agradecido?
Todas las veces que he salido campeón, bien sea con Maracaibo o Caracas he tenido la posibilidad de jugar y eso me hace sentirme participe de todas esas cosas. Soy un agradecido de lo que he vivido aquí y realmente me siento parte de todo esto porque aquí he pasado los mejores momentos.
Darío es un jugador que se ha hecho importante para Venezuela, y su meta siempre es ganar. Para cumplir los objetivos sabe que debe trabajar en equipos con las mismas metas
A uno como jugador le interesan estos equipos (Mineros, Esppor, Petare y Táchira) porque son los que están peleando por el torneo y uno siempre quiere hacerlo. Es más lindo tener el nerviosismo de estar peleando por un campeonato y no por pelear el descenso. Uno quiere estar en equipos que peleen cosas importantes porque eso te mantiene siempre atento, entrenando mucho toda la semana porque sabes que no puedes regalar nada.
El día que a Darío supo que la institución capitalina lo tendría fuera de sus planes para el torneo clausura, el jugador se lo tomó con calma
Lo acepté porque me dijeron que no formaba parte de un proyecto, más no lo hubiese aceptado si me dicen que es por mi rendimiento futbolístico., por esto estoy más tranquilo
Yo siempre expresé que del Caracas no me quería ir, si podía terminar mi carrera en Venezuela y en este equipo lo iba hacer. Yo me sentía muy feliz aquí, pero obviamente con estas decisiones uno tiene que tomar otro rumbo y mirar lo mejor.
Uno tiene una familia a la cual le debo responder, todavía tengo tiempo, muchas ganas de seguir jugando y dando cosas a algún otro equipo. Me gustaría que hubiese sido en el Caracas, pero como la decisión fue tomado debo buscar otro rumbo.
El argentino-venezolano sale contento del “Rojo” y deseándole éxito a la institución en los proyectos que se trazan, aunque…
Yo estoy feliz por lo que he vivido y dado en el Caracas. Esperemos que ese nuevo proyecto del que se habla tenga mucho éxito, salgan jugadores jóvenes del Caracas porque le va a servir a la selección y a la institución también. No es mala la idea, pero creo que hay momentos y algo que me extraña, ya que en este equipo nunca había pasado es que a mitad del torneo se fueran tantos jugadores, pues es una institución que siempre ha respetado los contratos.
Hay un dicho que es muy real, no lo digo yo sino todo el ambiente futbolístico: con jóvenes se pueden ganar partidos más no campeonatos, pues los campeonatos los ganan aquellos jugadores con experiencia. Los jugadores jóvenes van soltándose a jugar y demostrando lo mejor cuando tienen personas de experiencia al lado.
Figueroa desea el mayor de los éxitos a los compañeros que deja, especialmente a los jóvenes
Yo les deseo lo mejor a todos esos jóvenes que hoy están en el Caracas porque hay muchos jugadores con condiciones para jugar en cualquier parte del mundo, pero tienen que ser consciente de que les puede costar ganar un torneo.
Tienes que depender de muchas cosas para vender jugadores, si no ganas campeonatos no vas a jugar Copa Libertadores y eso es un arma de doble filo.
El último semestre (Apertura) que vivió Figueroa en el Caracas no fue muy positivo a pesar de ser uno de los goleadores del equipo, y aceptando con tranquilidad la sorpresa de su desvinculación
A mí me sorprendió todo lo que pasó, pero lo acepto y estoy tranquilo porque traté de dar siempre lo mejor.
Para muchos esto fue un semestre de un proceso, pero para mí fue un fracaso. No hay que poner excusa, pues en una opinión personal pienso que fue un fracaso no haber clasificado o pasar a la siguiente fase en la Sudamericana fue un fracaso, no ganar la Copa Venezuela ni el Torneo también es un fracaso. Nosotros teníamos un plantel para hacerlo, los jugadores estaban.
La realidad para mí fue un fracaso total no haber ganado nada, pues teníamos plantel para hacerlo, ya que había jugadores de experiencia y juveniles. Quizás no se tomaron las mejores decisiones a la hora de formar un plantel que entraran, eso es otra cosa que no me incumbe a mí.
Me sorprendieron muchas cosas en este semestre, una de ellas fue no haber estado en Bogotá en un partido tan importante como el de la Copa Sudamericana, uno acepta como jugador que lo pongan de titular, suplente o que no lo convoquen, pero me sorprendió porque era titular en todos los partidos y de pronto ir al banco en un juego tan transcendental como este. Me dolió mucho porque más que nada me gusta jugar los partidos internacionales.
A pesar de las dificultades, el “Principito” sigue haciendo énfasis en su exitoso paso por el “Rojo”, y es que es uno de los mejores momentos de su vida en su carrera como futbolista
El hecho de haber llegado a una institución como el Caracas fue maravilloso para mí; llegar a cuartos de final con un equipo venezolano en Copa Libertadores , fue algo excepcional, colaborar con mi granito de arena en dos estrellas y una Copa Venezuela,. Fue muy bonito y de ver el estadio lleno en varios partidos de Copa Libertadores fueron momentos inolvidables.
Los recuerdos nunca se olvidan, y más aquellos que te llenan de alegría
Hay un momento que no se me va a olvidar, un partido en el que empezaron a gritar mi nombre en Copa Libertadores, se escuchaba muy bonito y ahí sentí una emoción grandísima por el hecho de que hacía poco que había llegado a la institución. Las muestras de cariño después de la decisión que tomó la directiva han sido muy bonitas, pues me dicen que vaya a donde vaya me van a recordar.
Como profesional y personal me sucedieron cosas muy importantes y por eso estoy agradecido por lo que viví acá.
¿Qué busca Darío luego de concluir esta etapa?
Hoy lo que se está buscando es continuar mi carrera futbolística en otro equipo. He recibido algunos llamados pero nada en concreto seriamente, esperemos que salga lo que Dios quiera. Sea donde sea voy a estar muy feliz y siempre seré el mismo, con ganas de ganar cosas y brindarle alegría a la gente de la camiseta que me toque estar. Me hubiese gustado seguir en el Caracas y darle alegría a la gente de ese club, pero por la decisiones que se tomaron hoy hay que buscar otro rumbo.
SEGUNDA PARTE – Por: Miguel Vallenilla
Continuamos con la segunda y última parte del mano a mano con Darío Figueroa, actual jugador del Real Esppor, donde nos trasladaremos dese su época de niño con su crecimiento junto al apoyo de sus padres con quienes vivió el sueño de llegar a River Plate y luego vivir etapas significativas para su vida con los saltos posteriores que daría en el fútbol japonés, mexicano, colombiano y actualmente venezolano.
Una rica historia de un gran jugador que estuvo a punto del retiro para ser hoy ídolo en nuestro país, con la satisfacción de todo lo logrado sin arrepentimientos y con el sueño de haber querido vestir la camiseta “vinotinto”. Feliz por su etapa en el UA Maracaibo y el Caracas FC donde manifestó vivir su mejor rendimiento deportivo.
Figueroa nos atendió en su residencia en Caracas y continuamos esta sección especial de Grada Digital donde conocemos más a fondo a los protagonistas de nuestro fútbol.
PRIMEROS PASOS: FAMILIA Y SALTO A LAS INFERIORES DE RIVER PLATE
El apoyo viene desde su familia
Son recuerdos muy bonitos. Mi mamá era la que se encargaba de juntar todos los recortes (de periódicos donde salieran noticias de Darío), colocarlo en una carpeta, que hasta el día de hoy tengo. Mis padres y papá más que nada que siempre fue un fanático del fútbol me acompañaron, siempre fueron personas que me brindaron todo su apoyo para que uno hiciera carrera en el fútbol, y les voy a estar agradecidos por haberme acompañado cuando era chico y por haberme dado esas armas para que uno tomara al fútbol como una profesión. Voy a estar agradecido con mi papá porque tomó una decisión en un momento de mi vida que yo no lo tomé que fue a los 13 años que voy a River, prácticamente esa decisión yo no la tomo porque con esa edad decidir vivir a mil kilómetros de su casa, en una capital como Buenos Aires no es fácil y es una decisión de mi padre por una ilusión también personal de que yo fuese un jugador que algún día llegase a jugar en primera en un equipo tan grande como River y eso hizo que yo hiciera mis armas allí y que tuviera la posibilidad de jugar tan chico en sus inferiores, vivir cosas tan bonitas y conocer muchos lugares a través de esa institución.
Sus padres y hermanos
Mi mamá se llama Estela y mi papá Roberto. Vivíamos en San Rafael de Mendoza y ahora están viviendo en Nicolas Bruzone, un pueblito de la Provincia de Córdoba. Siempre están muy pendientes. Ahora estaban muy ilusionados porque con la Copa Libertadores del Caracas había tocado un equipo argentino para poder ir a verme jugar personalmente y mi hermano Lucas y mi hermana Silvina también están muy pendientes de lo que es el fútbol, siguiéndome por radio o por vía internet todas las cosas que a uno le va sucediendo aquí. Somos tres hermanos, soy el mayor (el ejemplo que no tienen que seguir, comenta entre risas).
Inicios en River Plate
Cuando llego a River era todo muy sorprendente para mí porque eran cosas nuevas que iba viviendo, ver toda esa estructura, ese club, era prácticamente una ciudad, donde había colegio, estudiaba y vivía. Empezar a ver esos jugadores de primera que veías por televisión, a veces verlo primero alcanzándole balones porque de chiquito nos ponían alcanzarle los balones en los partidos y después verlos pasar saliendo del vestuario y me decía “bueno, lo veía en televisión y ahora los veo acá cerquita”, eran cosas que a uno lo hacía ilusionar. Entonces a medida que uno iba pasando de categoría siempre uno tenía la ilusión de llegar al plantel de primera para poder compartir con esos grandes jugadores y ser parte de ese plantel tan rico.
RIVER PLATE: LO APODARON EL “PRINCIPITO” Y JUGÓ EN EL PRIMER EQUIPO
Su apodo en Argentina de “El Principito” nace por su comparación con Enzo Francescoli? ¿Cómo sucedió?
Atilio Acosta Febre es un periodista fanático de River que tuve la posibilidad de conocerlo muchas veces en las peñas que se hacen para la gente del interior en River, que son cenas donde van jugadores para que la gente tenga la oportunidad de conocer y firmar autógrafos y sacarse fotos y muchas veces me invitaban cuando era juvenil y ahí tenía la oportunidad de estar ahí con el plantel de primera y que la gente me fuera conociendo y también era por mi forma de jugar y manera de correr, mi estilo que veían que era muy parecido al juego de Enzo Francescoli y siempre en el fútbol argentino se trata de comparar cuando va saliendo un jugador, pues comentan “ah mira éste juega parecido a tal”, entonces muchas veces se le ponen un sobrenombre y veían mi forma de jugar y él (Atilio Acosta Febre) me puso “el futuro Francescoli”, el futuro “Principito”, y ahí empezó a decirme y ahí quedó. Al principio me daba mucha pena porque era comparado con una estrella mundial y con un ídolo. Tuve la posibilidad de que al debutar en Primera en los últimos 10 minutos pude jugar al lado de él (Francescoli) y fue una emoción tan grande, primero conocerlo en un vestuario como persona y la humildad que tiene es increíble y después bueno, que a uno lo compararen y tener la posibilidad de jugar al lado de él fue realmente maravilloso.
Debut en Primera División de Argentina
Cuando debuto la primera vez, lo hago en el año 96, jugando un 6 de agosto, un lunes frente a Gimnasia y Esgrima La Plata en cancha de River, y el día sábado (antes de debutar), estaba jugando en mi categoría que era en la 5ta División con las inferiores en Rosario contra Rosario Central y cuando venía en el bus con todos mis compañeros me llegué a la pensión donde yo vivía en el club y el encargado de la pensión me dijo “mirá que mañana tenés que ir a entrenar con la primera”. Luego la emoción de jugar con la primera que era como un logro de tocar el cielo con las manos y jugar con los profesionales. Entonces yo fui con todas las ganas un día domingo después de haber jugado el sábado, fui a entrenar y cuando estaba saliendo del entrenamiento salude al técnico, a los utileros, a los jugadores y me estaba yendo hasta que veo en la pizarra los convocados y se me dio por mirar porque nunca la miraba pues jamás me imagine que iba a estar convocado y de pronto me llamó la atención que el convocado número 18 estaba mi nombre, entonces fui y le pregunte al utilero “¿pero cómo, entro en la lista?” “si, estas convocado” me dijo, y ahí fue cuando me pasaron la ropa para concentrar a la noche y a partir de ahí fue todo un sueño.
Sueño logrado, compartirlo con papá y vestir la “albiceleste”
Lo llamé (a su padre luego de ser convocado a la Priemra de River), le avisé, por el hecho de concentrar por primera vez con el profesional, ya eso era mucho, ir al banco de suplente y después cuando Ramón Díaz me manda a calentar y me pone a jugar realmente fue algo fantástico y algo que no me lo voy a olvidar jamás. Incluso hay una anécdota que Hugo Tocalli, el asistente de Pekerman en la juvenil en aquel momento (Selección Argentina Sub-20), estaba viendo el partido porque él seguía algunos juveniles para ser convocados, y se da todo que debuto y al otro día me llaman para ir a integrar a la selección nacional juvenil de Argentina, la pre-selección que iría al Mundial de Sub-20 y él me dice “yo estuve en el partido y vi la cantidad de piques que hiciste en el calentamiento para entrar”, de la emoción que yo tenía no me había dado cuenta, corrí, corrí y corrí (entre risas), así que fueron momentos espectaculares, que son muy cortitos pero que a uno le queda grabado en la memoria.
Aprendizaje y experiencia junto a Ramón Díaz
Realmente de él hay cosas que me sorprendieron y hasta el día de hoy como quien dice, de todos los técnicos uno va aprendiendo cosas buenas así como malas, hay técnicos que a uno no le dejan nada, pero uno trata de siempre rescatar las cosas buenas. Hoy sigo viendo cosas que decía Ramón Díaz , esos “tips” que le decía a los jugadores que a uno le fueron quedando. Realmente tener la posibilidad de tener un técnico ganador como lo fue Ramón en River, y que él haya sido quien me puso en Primera era muy bueno.
SALTO AL FÚTBOL JAPONÉS (YOKOHAMA FC), DUDA PERSONAL Y CASI RETIRO DEL FÚTBOL
Fútbol Japonés
Fue en el 96 que River queda campeón de Libertadores y se iba a jugar la Intercontinental y yo después de debutar en Primera al mes me mandan a jugar en Japón, una posibilidad que yo podía haber dicho que no pero de momento tomé la decisión de ir, la gente que tenía al lado me lo recomendó, que era bueno. En ese momento yo venía de una familia muy humilde y trabajadora y por ahí con el dinero que podía sacar allí podía colaborar con mi familia y tomé la decisión. Pasa el tiempo y uno dice “no es que me arrepiento”, porque cada decisión que fui tomando me llevan a donde estoy el día de hoy donde estoy muy feliz y contento con las cosas que me ha pasado, con mi familia con mi hija, con mi esposa, pero a uno obviamente le queda la duda de si yo hubiese tomado otra decisión que hubiese pasado, más no me arrepiento. De haber cambiado la decisión a lo mejor nunca hubiese conocido a Venezuela y de vivir todas las cosas bonitas acá.
Figueroa y su huella en Argentina como compañero
Cuando uno está fuera de su país natal uno sigue mucho a los jugadores que están en otro país y en este caso a los jugadores argentinos. Muchos jugadores a los que uno ha enfrentado o han sido compañeros, uno a veces se los consigue cuando se tiene la oportunidad de ir a un país, y al encontrarse es muy fácil poder entablar un diálogo. Con algunos (viejos compañeros) he tenido la posibilidad de seguir en contacto, con otros no porque a veces uno se va distanciando y van tomando otras prioridades, pero es bueno encontrarse con viejos conocidos.
Figueroa y su huella en Argentina a nivel periodístico
Es lindo eso porque uno cuando se va de Argentina, para el ambiente futbolístico y periodístico uno se pierde porque es lógico, en Argentina hay muchos equipos, y se hablan constantemente de muchos jugadores, y por ahí de quienes salen se habla muy poco, obviamente no de los que van a Europa, pero el hecho de que a veces uno tiene la posibilidad de ir con un equipo venezolano a jugar una Copa Libertadores o jugar un partido en Argentina, y que alguno se acuerde o le hagan una entrevista o digan algo bueno es siempre lindo.
Muy cerca del retiro
Después de volver de Japón estuve dos años sin jugar, donde no tenía muchas ganas de seguir, fueron años esenciales porque fueron de los 22 a los 24 años, en una edad donde el jugador puede despegar o donde se quedan. Yo me quede sin jugar esos dos años hasta que volví a nivel regional con mi hermano en un equipo donde están viviendo mis padres, y ahí le volví a tomar cariño al fútbol. Fue una etapa muy bonita, seis meses donde compartí en un equipo con mi hermano que no lo había hecho nunca y realmente me divertía, yo iba a jugar para divertirme más que nada, porque por lo económico no pasaba ya que jugaba casi gratis, lo que cobrara era nada pero eso me hizo volver a tomarle el gustito. Tuve un llamado de personas que me conocían para un proyecto de Ferrocarril Oeste y volví y estuve ahí seis meses, no jugué mucho pero me sirvió para volver a entrar en ritmo, entrenar con un equipo hasta que se dio la posibilidad de poder ir a jugar a México donde estuve a punto de firmar con la filial del Toluca y no se dio por cosas que pasan pero el técnico era el que me quería, y de ahí se abre la posibilidad de venir a Venezuela, luego a Colombia, para finalmente volver a Venezuela.
LLEGADA A VENEZUELA
¿Fútbol en Venezuela? ¿Maracaibo?
No sabía ni que el béisbol era el deporte primordial, no conocía nada. Cuando me hablaron de venir a Maracaibo me hacía por el nombre un lugar con mar y justo estaba Matías Milozzi que lo habían contratado, y que cuando jugamos en inferiores él jugaba para Quilmes y yo en River y peleábamos la tabla de goleadores porque éramos de la misma edad. Nunca habíamos tenido la posibilidad de entablar un diálogo y se da la posibilidad de comunicarme con él para tener una referencia y lo que es el destino, yo estoy en Ferro los seis meses donde compartí hasta la vivienda con el hermano de Matías y nos hicimos muy amigos, conocí a su mamá a su padre y sin conocer a Matías quien después me da la referencia como es Maracaibo, su fútbol, y nunca me olvidaré que me dijo “es la ciudad más calurosa de Venezuela y la más fría porque a donde vayas hay aire acondicionado” (entre risas). Ahí es donde empiezo a conocer y vengo a Maracaibo donde estaba la posibilidad de llegar a un equipo que quería hacer las cosas bien, y nos fue muy bien ese primer semestre que obtuvimos el primer campeonato clausura para el equipo y la primera clasificación a una Copa Libertadores, empezar a hacer amistades como la que hice con “Pedrito” Fernández, que realmente es un amigo desde que yo vine aquí a Venezuela y ahí empezó mi impulsión en el país.
Sentirse como en casa
En Maracaibo hubo gente que colaboró para que me sintiera a gusto, la gente que recién empezaba a seguir al equipo. Me sucedió algo muy bonito porque yo llegué a Maracaibo cuando iban 500, a lo sumo 1500 personas y en seis meses cuando nos toca jugar la final contra Caracas llenar ese estadio fue algo increíble. Eran entradas gratis pero igual había que motivar a la gente. Todo hizo que la estadía fuese muy linda, muy acogedora rápidamente y que me sintiera a gusto.
Nuevamente a buscar equipo para regresar a Venezuela
Después se da la situación que debo dejar el equipo porque el técnico no me quería y quedar cuatro meses sin jugar. Fue duro porque no tenía la posibilidad de ir a ningún lado ya que había jugado tres partidos del campeonato apertura y ya no podía fichar con un equipo venezolano y en Argentina, Chile, Brasil y Uruguay ya estaba cerrado el libro de pases y tenía que esperar a que saliera en Diciembre. Cuando llega el mes casi me quedo en un equipo en Argentina de la Primera B donde estaba un técnico que me conocía de las inferiores de River y se podían incorporar dos jugadores en esa etapa. Él contaba conmigo porque me conocía pero luego se da la posibilidad de ir al Macará de Ecuador donde incluso su Presidente me llama a mi casa diciendo que se iba a dar todo, y esperando la posibilidad de poder ir resulta que no se concreta, y me voy a Colombia donde entreno una semana con el Chicó y termino firmando con el Quindío y estuve siete meses hasta que en Septiembre del 2004 regreso a Maracaibo y arrancamos otra vez.
FIGUEROA: ÍDOLO EN VENEZUELA Y FUTURO
Darío Figueroa es ya un jugador referente en Venezuela, y también ídolo de muchos seguidores; el jugador nos explica como lo vive
Eso es muy bonito que pasen esas cosas. En cierta forma me da mucha pena, mucha vergüenza. Uno sigue siendo niño y sigue teniendo ídolos o gente que admira pues sigo viendo el fútbol y digo “como juega este” y me encanta a veces ver goles de jugadores que ya no están jugando pero que eran fenómenos y cuando te suceden esas cosas que un niño viene y le dice a uno que es el ídolo de él realmente me da vergüenza, pero me pone muy contento y alegre, y uno piensa que uno tuvo que haber hecho algo bueno para que esas cosas sucedieran. Incluso a veces se ponen una cinta en la cabeza y son cosas lindas y también de gente mayor, pues me sucedió que saliendo del Caracas en mi último entrenamiento había gente esperando y un muchacho grande ya me dijera “vos sos mi ídolo” y con un nerviosismo, luego le regale una cinta que se la puso enseguida, y son cosas que me enorgullecen.
¿Hasta dónde llegará el fútbol de Figueroa?
Tengo muchas ganas de seguir jugando un tiempito más, y sé que a donde vaya voy a seguir siendo el mismo, la misma persona, el mismo trabajador, el mismo futbolista que siempre se va a entregar al máximo para hacer las cosas bien, ser leal con la camiseta que esté defendiendo pero sin olvidar mi pasado, sin olvidarme de la gente que ha hecho que a uno le vaya tan bien y me brindó todo su cariño.
SUEÑOS LOGRADOS, ETAPA EN EL CARACAS FC Y LOGRO PERSONAL
Como futbolista cuando estaba en Argentina quería llegar a jugar en Primera División en un equipo grande, incluso estando en River ya que jugaba a la pelota sin tener por ahí las aspiraciones porque nunca pensé que se me iba a dar una situación así (estar en el primer equipo), y una vez que estaba en River quería jugar en la Primera División y después quería llegar a la Selección Argentina, se me dio a medias porque jugué en River en la Primera y fui convocado a la Selección Juvenil Nacional Sub-20 pero por tomar la decisión de ir a Japón tuve que renunciar a ese proceso.
Después al venir a Venezuela siempre tuve la ilusión de llegar a jugar con la Selección venezolana, cosa que no se ha dado hasta el día de hoy, pero viví momentos espectaculares en mi etapa en Maracaibo, y en en Caracas sin duda lo mejor, muchas más grandes las satisfacciones que me pasaron en lo deportivo mientras estuve en el Caracas FC, lo mejor que me ha pasado por todas las cosas que se logró con el equipo. Y de lo que me ha faltado es no haber llegado a una final internacional, una espinita que me encantaría poder cumplir.
Realizado para GradaDigital
Caracas, 29 de Diciembre de 2010