BRASILIA, 5 jul (Reuters) – La selección argentina de fútbol mostró el sábado solidez y cabeza fría y le ganó 1-0 a Bélgica para meterse en las semifinales de un Mundial por primera vez desde 1990, en un partido en el que Gonzalo Higuaín recuperó su potencia goleadora cuando el equipo más lo necesitaba.
En Brasilia, con un gol de Higuaín a los 8 minutos, el equipo de Alejandro Sabella se sacó de encima a Bélgica y espera por su próximo escollo en busca de su quinta final de la historia: el ganador del partido que más tarde el sábado juegan Holanda y Costa Rica.
Argentina estuvo entre los mejores del mundo por última vez hace 24 años, cuando llegó a la final de la mano de Diego Maradona y perdió ante Alemania. Ahora, con Lionel Messi como inspiración, el equipo buscará su tercera corona.
«Una gran alegría por todo este plantel, por el cuerpo técnico, por la gente, por mi familia (…) Fue el mejor (partido) en aspecto del equilibrio y en el juego», dijo tras el partido el entrenador de Argentina, Alejandro Sabella.
En la jugada del gol, Lionel Messi recibió la pelota en tres cuartos, fue para un lado, fue para el otro y asistió a Angel Di María que subía por la banda derecha.
El remate del extremo del Real Madrid pegó en un rival y le quedó servida a Higuaín, quien con una gran reacción definió de derecha para poner el balón bien lejos de Thiabaut Courtois.
«Yo dije que estaba tranquilo, este grupo se merecía esto. El gol llegó en un momento importante, la verdad no tengo palabras, hacía muchísimos años que no podíamos llegar a semifinal», dijo por su parte Higuaín tras el partido.
Con la ventaja, Argentina mostró más equilibrio que en los partidos previos y aprovechó una mayor solidez en el centro del campo para evitar los sustos sufridos en octavos ante Suiza.
Sabella había sorprendido haciendo ingresar de arranque a Lucas Biglia en lugar de Fernando Gago, para agregar quite y ayudar a Javier Mascherano en el medio, junto a un Ezequiel Lavezzi jugando más de centrocampista que de extremo.
La defensa argentina, con la inclusión de Martín Demichelis y la ratificación de Ezequiel Garay, resistió sólida. En el primer tiempo, Bélgica llegó apenas dos veces, con un remate de media distancia de Kevin De Bruyne que controló el arquero Sergio Romero y un cabezazo de Kevin Mirallas que salió desviado cerca del arco.
A los 32 minutos, Argentina sufrió la salida por lesión de Di María, reemplazado por Enzo Pérez, quien cumplió a la perfección con su obra en el centro del campo.
ESPACIOS … Y SUFRIMIENTO
En el complemento Argentina encontró más espacios y salió decidida a liquidar el pleito de contraataque. E Higuaín volvió a mostrar los dientes, con un disparo que se desvió en un defensor cuando tenía destino de gol y luego sacudió el travesaño con Courtois como espectador de lujo.
Pero la incertidumbre se mantuvo porque Messi no se pareció tanto a sí mismo -en el segundo tiempo casi no tuvo contacto con el balón- y el marcador siguió apretado.
«Argentina fue mejor, no pudimos presionar bien a Messi ni a Di María. Buscamos espacios pero Argentina defendió muy bien. Fue difícil, pero podemos estar felices con el torneo que hemos hecho», dijo el arquero Courtois.
Un cabezazo de Marouane Fellaini paralizó los corazones de los hinchas albicelestes -esta vez cabeza a cabeza en número con los «torcedores locales»-, al igual que un cierre de Ezequiel Garay que obligó a un nuevo esfuerzo del arquero Romero para evitar un gol en contra del defensor.
El entrenador de Bélgica Eric Wilmots movió el banco en Bélgica, haciendo entrar a Romelu Lukaku y poco después sacando a Edin Hazaard. Sabella también. A los 65 Rodrigo Palacio sustituyó a Lavezzi y más cerca del final Fernando Gago entró por Higuaín.
Bélgica, que volvió a decepcionar desde el juego, apretó por momentos a Argentina en el último cuarto de hora pero no le alcanzó.
En la última jugada de riesgo, el arquero de Bélgica le ahogó el grito de gol a Messi, quien no logró marcar tras una genial jugada individual.
Por su parte, Argentina sumó su quinto triunfo seguido en el Mundial, pero una vez más solamente por un gol de diferencia y finalmente se sacó de encima la frustración tras dos eliminaciones seguidas en cuartos de final.