Gerard Soler. EFE – La Copa América, el torneo de fútbol de selecciones más longevo del mundo, se disputará por primera vez en Estados Unidos con una edición especial con motivo de su centenario que reunirá a dieciséis selecciones del continente americano, la versión más concurrida en sus cien años de historia.
El campeonato está plagado de cifras y detalles que le dan un carácter irrepetible y lo convierten en una ocasión única para celebrar el fútbol en el continente que ha visto crecer a algunos de los mejores jugadores de la historia.
Por primera vez desde 1916, cuando la Copa América echó a andar en Argentina con otro nombre y sólo cuatro participantes, el campeonato aterrizará en Estados Unidos del 3 al 26 de junio en diez sedes a lo largo y ancho del país.
La Copa América Centenario será la competición futbolística de mayor envergadura que se realice en suelo estadounidense desde el Mundial de 1994.
Y como es una edición conmemorativa, los organizadores han decidido ampliar la cifra de participantes hasta dieciséis selecciones, frente a las doce que compiten normalmente.
Por un lado están los diez equipos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol): Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
En el otro, seis selecciones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf): Costa Rica, Estados Unidos, Haití, Jamaica, México y Panamá.
La inédita cifra de equipos obligó a modificar el formato habitual de la Copa América, que en esta edición tendrá cuatro grupos, y sólo los dos primeros pasarán a los cuartos de final.
La fase de grupos ofrecerá algunos enfrentamientos con sabor a revancha. Es el caso de Chile y Argentina, que se batirán en la primera jornada del Grupo D en Santa Clara, California, el 6 de junio.
La Roja y la Albiceleste se verán de nuevo las caras en un torneo continental menos de un año después de la final de la Copa América de Chile.
Ese 4 de julio de 2015, en el Estadio Nacional de Santiago, la selección chilena superó a su rival en la tanda de penaltis con un último lanzamiento de Alexis Sánchez.
El último precedente entre ambos equipos, sin embargo, sonríe a Argentina. En marzo pasado, los muchachos de Gerardo Martino se impusieron por 1-2 en el mismo escenario de la final en un duelo de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
También se enfrentarán en la fase de grupos las selecciones de México y Jamaica, los protagonistas de la final de la Copa Oro 2015 en la que los aztecas se proclamaron campeones tras vencer por 1-3.
La singularidad de la Copa América Centenario hará que algunas selecciones cambien su indumentaria habitual y estrenen ediciones especiales de sus camisetas.
Colombia saltará al césped con una zamarra blanca impoluta, y dejará por unos días el amarillo que caracteriza al combinado cafetero.
Y Uruguay mostrará una elástica en la que se mantiene el dominio del celeste pero con una mayor presencia del negro en los bordes de las mangas y los dorsales.
La edición conmemorativa del centenario será la ocasión propicia para que los hinchas estadounidenses muestren su lado más futbolero y su pasión por el «soccer» en un país donde el deporte rey ha cedido el trono el béisbol, el fútbol americano y el baloncesto.
Aún está lejos de la dimensión social y económica de estas disciplinas, pero el fútbol ha ido ganando popularidad en los últimos años.
Muestra de ello es que la Major League Soccer (MLS), la liga local, sigue atrayendo a estrellas europeas y sudamericanas que eligen ese torneo, cada vez más competitivo, para poner el punto final a sus carreras.
Primero fueron Pelé, Franz Beckenbauer, Hugo Sánchez y Johan Cruyff, y más recientemente han sido el español David Villa, el italiano Andrea Pirlo, el inglés Frank Lampard o el brasileño Kaká.
Con estos antecedentes, los pronósticos para la Copa América Centenario son halagüeños y se espera que se convierta en la mayor edición de la historia en cuanto a asistencia y difusión.
Kathy Carter, presidenta de Soccer United Marketing, la mayor empresa promotora del fútbol en Estados Unidos, proyectó en enero que se venderán entre 1,5 y 2 millones de entradas, más del doble que en la Copa América de Chile en 2015.
Los ingredientes para una gran fiesta del fútbol están en la mesa. Solo falta que el balón eche a andar.