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RECIFE, (Reuters) – Sin llamadas telefónicas ni mensajes de textos. La amistad entre el entrenador de la selección de Estados Unidos, Jürgen Klinsmann, y su colega de Alemania, Joachim Löw, se encuentra interrumpida hasta que finalice la Copa del Mundo.
En la antesala del decisivo duelo del jueves entre ambas selecciones por el Grupo G en Recife, no hay espacio para una pequeña charla entre Klinsmann y su ex asesor.
Klinsmann fue técnico de Alemania con Löw como su asistente cuando la selección germana llegó a semifinales del Mundial que disputó como local en 2006.
Sin embargo, ahora el ex internacional alemán intentará ante su país natal ayudar a que Estados Unidos clasifique a los octavos de final.
«Somos muy buenos amigos», dijo Klinsmann en una conferencia de prensa el miércoles.
«Nosotros pensamos igual y venimos de la misma región y siempre hemos estado en contacto. Pero en este Mundial todo el mundo está haciéndolo lo mejor que puede, así que dejamos las llamadas telefónicas y los mensajes de texto durante unos días para trabajar», explicó.
Alemania es líder del grupo con cuatro puntos, por delante de Estados Unidos por diferencia de goles.
Ambos equipos sólo necesitan un empate para llegar a octavos de final, pero seguramente Estados Unidos querrá ganar para ser primero del grupo y evitar un duelo en octavos de final con Bélgica.
Alemania debutó con un triunfo 4-0 sobre Portugal, pero igualó sorpresivamente 2-2 con Ghana.
«De ninguna manera somos favoritos aquí en este torneo, pero sabemos que este es el mayor obstáculo que tenemos que enfrentar y estamos ansiosos de asumirlo», dijo Klinsmann, que anotó 47 goles en 108 partidos internacionales y jugó en tres Copas del Mundo.
«Si damos todo lo que tenemos y vamos un poco más allá, con determinación positiva, vamos a obtener un buen resultado. Somos muy capaces de vencer a Alemania (…) Esta Copa del Mundo está llena de sorpresas y queremos ser una de esas sorpresas», agregó.
