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Prensa Caracas FC – El clásico del fútbol nacional entre Caracas y Deportivo Táchira no solo fue un buen partido en un marco impresionante, sino que tuvo un condimento adicional: José Manuel Rey, exjugador profesional y referente avileño y vinotinto, recibió un merecido reconocimiento por su impecable carrera, en la que se consagró como uno de los más grandes en la historia del balompié criollo.
“Poder venir y volver a ver todo el estadio vestido de rojo es un logro de cuando jugaba en el Caracas. Me da mucho orgullo y alegría esta decisión que tomó el equipo, de hacer esto y que en un partido tan importante uno sea el homenajeado”, manifestó Rey, quien consiguió siete estrellas con la escuadra capitalina.
“Nosotros nos brindamos de lleno durante muchos años para que se diera lo que vimos hoy: un estadio repleto. Eso se consiguió desde la época en la que yo jugaba, entonces me quedo con ese recuerdo, con las estadísticas, los goles y con la cabeza en alto porque en cada partido dejamos el todo para alzar las copas”, expresó el caraqueño.
Como defensor central, el homenajeado disputó muchos duelos entre Caracas y Táchira, y conoce perfectamente lo que representa un partido así. “Un clásico es el partido que todos esperan; la hinchada, los medios, la gente, y entonces obviamente me emociona, porque en cancha hubo varios amigos con los que compartí, incluso en la selección”, apuntó el exzaguero.
Durante el acto, “El Pokemón” estuvo acompañado por algunos de los futbolistas que compartieron cancha con él, quienes también tuvieron un pasado importante con la escuadra de la Cota 905: Rafael Mea Vitali, Gerson Díaz y Gabriel Miranda.
“Rey fue lo que fue en el fútbol nacional gracias a los compañeros que tuve a lo largo de mi carrera; incluso algunos que siguen activos. Algunos me aguantaron en momentos de mucha tensión, y otros yo tuve que levantarlos. A ellos solo le tengo palabras de agradecimiento”, concluyó “El Tetero”.
La barra del Rojo también le dio una sorpresa a Rey, cuando un representante de la hinchada le obsequió un trapo que rezaba “Eterno R3Y”. Posteriormente, José Manuel se acercó al sector sur de la grada para despedirse y agradecer el apoyo de la afición con la que compartió durante muchos años.
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