Mariann García.- Maracaná fue roja, Rio de Janeiro también y es que la selección de Chile se impuso 2-0 ante la actual campeona mundial, España. No tuvo miedo y con garra fue al ataque desde el pitazo inicial demostrando mucha calidad. Los protagonistas que sellaron la victoria fueron Eduardo Vargas y Charles Aranguiz.
Lucha de dos ´Rojas´, más allá de compartir un apodo, ambos llegaron al segundo partido del Grupo B con la necesidad de ganar si querían seguir en el Mundial. Chile, a pesar de haber ganado, estaba consciente que caer ante la actual campeona la podría dejar en una situación peligrosa.
Los de Sampaoli fueron amos y señores del primer tiempo de juego, muy colectivos y sobre todo arropando al rival desde los primeros segundos. A penas el principal había dado el pitazo inicial cuando el balón ya estaba cerca del arco defendido por Casillas, quien, nuevamente, no tuvo su mejor tarde.
Alexis Sánchez y sus pases impecables fueron motivo para alabar, pero más allá de eso luego de una creación de él apareció Eduardo Vargas al minuto 20, casi en el suelo remató y el Maracaná por poco se cae de la celebración, pues Chile fue local.
En una sola oportunidad, por un descuido de los australes, llegó España por medio de Xabi Alonso, aunque sin contundencia. El delantero Diego Costa volvió a estar desaparecido no fue ni más ni menos para los suyos.
Ya para cerrar el primer tiempo, volvió a aparecer Alexis Sánchez, esta vez con un tiro libre que dejó el rebote para que Charles Aranguiz con su olfato a gol siguiera la jugada y metiera el 0-2. La gloria de Chile estaba muy cerca y debieron sufrir cuarenta y cinco minutos más para celebrar.
Busquets a ocho minutos de la segunda etapa se comió literalmente el del descuento, tan sólo tenía que pegarle a la esférica y no lo pudo hacer. La actual campeona arrinconaba un poco a los de Sampaoli que poco a poco los fueron llevando al arco contrario.
Chile tuvo para el tercero desde los tacos de Sánchez y Mena; sin embargo, la certeza no estuvo con ellos en ese momento e hicieron suspirar tanto a los presentes como a los que estaban viendo por televisión.
Claudio Bravo tuvo tRes cerca de su arco y en las tres oportunidades el capitán hizo gala de su experiencia. Ni Iniesta con su magia pudo darle vida a su equipo, mientras que el capitán suramericano con sus atajadas inspiró calma.
España se despidió, como en el 2002 lo hizo Francia y en el 2010 también Italia. Ya no tienen nada qué hacer, se cerró un ciclo perfecto, sólo que con una muy mala actuación, pudieron anotar tan solo un gol y recibieron siete. Goleados se van a su país, aunque deberán enfrentarse en la última fecha de grupo a otra que también hizo maletas: Australia. Por su parte, los chilenos celebran, tuvieron un partido perfecto e históricamente logran escribir un nuevo capítulo en su futbol al derribar al actual campeón.