Juan Arango, junto a sus padres
Miguel Vallenilla – El fútbol venezolano vive días de nervios ante los juegos decisivos por la eliminatoria al Mundial de Brasil 2014. Los fanáticos ponen sus esperanzas en la fe y confianza a los jugadores “Vinotintos” de cara a los siguientes encuentros, y entre ellos, comandados por el capitán de la selección, Juan Arango.
El mediocampista venezolano, viene a reunirse con su selección tras disfrutar jornadas con goles en Alemania, siendo el más reciente el pasado sábado ante el Werder Bremen para el triunfo del Monchengladbach. Juan es quizás, el jugador más importante que ha visto el fútbol venezolano, y en cada remate que sale de su “zurda bendita”, llevan las grandes alegrías de un país que se vuelve futbolero. Pero todo tuvo un origen para el emblemático jugador de treinta y tres años, quien creció al lado de un balón de fútbol, con el entusiasmo de su familia, especialmente el de su padre.
“Yo jugué profesionalmente. Es algo que viene en los genes, que a uno le nació eso”, nos indicó el señor Iván Arango a GradaDigital, padre orgulloso del mediocampista “Vinotinto”. “La familia de la señora también es futbolera”, acotó el padre, destacando que en casa de la señora Gladys, hubo futbolistas profesionales. “Me imagino que eso influyó en Juan”.
El señor Iván, a diferencia de su hijo, tenía sus virtudes en el pie derecho, y cada vez que había un encuentro de fútbol, su hijo lo acompañaba. “Cuando yo jugaba lo llevaba muy niño, y siempre le gustó”. Para él, fue importante que a Juan le gustara esta disciplina. “Este era un país de beisbol pero a él le gustó el fútbol; gracias a Dios”.
Con el tiempo, Juan fue desarrollando sus destrezas como futbolista, y se hizo un maestro en el mediocampo, como su padre. Tuvo su debut profesional en 1997 con apenas diecisiete años. “Fue uno de mis momentos de mayor alegría”, recordó el padre al revivir sus primeros minutos en cancha, que fueron bajo la dirección técnica de César Farías en el Nueva Cádiz. “Luego mi hijo llegó a la Primera División”, tras lograr el ascenso esa misma temporada.
Los logros se fueron cosechando y siendo un importante currículum en el jugador nacido en Maracay. Ahora llegaría la oportunidad de disputar el torneo venezolano con el Caracas FC. “En el Caracas el cambio le pegó un poco. Venía jugando y luego no tanto, pero mantuvo inculcado la perseverancia”. Ese sacrificio por parte de Juan, lo hizo unas de las figuras del torneo local, además de guiar al conjunto “Rojo” a las semifinales de la Copa Merconorte.
Mayores alegrías venían en camino para la familia Arango, que ya disfrutaba las convocatorias que recibía joven Juan, a la selección. El 29 de marzo del año 2000, debutaría oficialmente con la “Vinotinto” ante Ecuador en la ciudad de Quito. Atrás había dejado su estela en las selecciones juveniles que estuvieron en los sudamericanos de Argentina (1999) y Prolímpico de Brasil (2000).
Tras destacar en el Caracas, llegaría la oportunidad de dar el salto al exterior, y allí nuevamente el señor Iván viviría con alegría cada paso de su hijo. “Todo se debe primero que todo la humildad, y luego lo futbolístico”, destacó el padre mientras recordaba el siguiente escalón: “Su salto a España, ¡imagínate!”.
Iván hoy en día vive cada gloria de Juan, con mucho optimismo, orgulloso de su hijo. Como todo padre, preocupado de que la vida sea para bien en los hijos, y es de esa manera, que sufrió en Marzo del año 2005, cuando Arango recibió un duro golpe de su oponente Javi Navarro. “Estábamos en Venezuela y viajamos de urgencia. Tengo el video y más nunca lo he vuelto a ver. Fue un momento muy dramático”.
Las temporadas han seguido marchando, y el criollo ahora marca sus goles en Alemania, y desde Venezuela recibe el apoyo familiar. “La familia vive muy pendiente de él, tanto los que estamos aquí como los que están en Colombia”. Juan siempre que pisa su tierra, dedica tiempo a su hogar en Maracay. “Siempre está en familia”.
Juan Arango: «Él desde pequeño siempre me ha apoyado»
Por su parte, el protagonista de cada sentimiento futbolero nacional, recordó la importancia que ha tenido su padre. «Él desde pequeño siempre me ha apoyado, ha sido importante en mi vida». Recientemente Juan fue galardonado como el futbolista venezolano más destacado en el extranjero, y fue su padre quien recibió el premio. «Contentísimo de que él lo recibiera, para que él se sintiera parte de todo esto por todo su apoyo a mí».
Tras un mes de no haber visto a su familia, aprovechó en la última cita de encuentro amistoso para reencontrarse con ellos. «Contento siempre de poder verlos». Seguramente sus latidos se unirán al de millones de venezolanos en las siguientes fechas por el sueño mundialista.