Mariann García, Puerto Ordaz.- Cámaras, luces y acción, así comenzó la emoción en el CTE Cachamay para recibir a la selección de Venezuela. Un ambiente de esperanza, lucha y confianza por sus guerreros se sintió en todo el estado Bolívar desde tempranas horas de la mañana. Pasaron de los aplausos a corear los nombres de cada uno; sin embargo, ellos con su mente enfocada en el juego sólo demostraban algunos gestos de agradecimiento, pero en su alma y corazón sabían que todo un país los apoyaba en esta cita con la historia.
“Sí se puede, sí se puede”, “Venezuela, Venezuela”, fueron tan sólo algunos de los canticos que se escucharon en el coso de Puerto Ordaz mientras los vinotintos calentaban previo a su compromiso frente a Uruguay. Miles de aficionados dejaron su aliento y alma para gritarle al mundo que esa noche del martes 11 de junio debían ganar.
Las expectativas estaban a millón, los jugadores habían demostrado en cada declaración mucha seguridad y confianza en su preparación para salir a la guerra ante un combinado histórico, no les importaba nombres, pues el trabajo en conjunto ha sido partido tras partido su principal virtud para estar, actualmente, entre los mejores de Sudamérica.
No hay nada más hermoso que el Gloria al Bravo Pueblo y en Puerto Ordaz se encargaron de entonarlo con un sabor especial, ese que infla los corazones y llena de orgullo para luchar con quien sea por dejar el nombre de Venezuela en alto. Así fue como miles de personas hicieron su trabajo para darle las mejores energías a quienes pisaron el campo con la misión de ganar y celebrar.