GradaDigital.com – Revivimos el artículo publicado en Grada Digital ediciones anteriores, para volver a descubrir el maravilloso trofeo que año a año se disputan los clubes, y el que alguna vez esperamos levante un equipo venezolano. Mira, y conoce, la historia del trofeo de la Copa Libertadores.
Miguel Vallenilla – Hablar de la Copa Libertadores de América es hablar de más de 50 años de historia continental. Donde clubes de diez nacionalidades (once con la presencia actual de México), compiten por el máximo prestigio, ser los mejores de Sudamérica.
Pasan los años, y muchos expresan seguir ejemplos de torneos como la UEFA Champions League, competición europea donde se juega el mismo prestigio en dicho continente. Lo cierto es que a opinión personal, la Libertadores tiene esas características hasta bohemias y especiales que hacen de nuestro torneo una competición tan diferente. Son muchos relatos que han transcurrido en medio siglo de competencia que contarlos sería construir otra nota, pero todos esos recuerdos se acumulan en una pieza final, una pieza atípica, el trofeo de la Libertadores.
Bajo comparaciones que siempre son tediosas, en el mundo futbolísticos existen trofeos representativos e históricos dentro de cada competencia; podemos recordar la misma de la UEFA Champios League, la famosa «orejona», que luego de sus primeros años siendo adquirida en su totalidad por el Real Madrid, tuvo modificaciones para ser mucho más grande y extender su apodo de «orejona». También si hablamos de la competición más importante del mundo es hablar del trofeo de la Copa Mundial de la FIFA, conocible trofeo donde el hombre carga el logro mayor, ser Rey de todo el planeta moldeado con el oro victorioso.
La Copa Libertadores así como sus relatos tan atípicos y duelos históricos, conserva un trofeo de características que la hacen diferente y tan particular. No por nada, es hasta llamativo ver que el trofeo tan importante conserve en lo más alto a un «hombrecito» que representa a un jugador de fútbol, como cualquier trofeo de torneos infantiles. Para no hondar en más detalles vayamos a conocer el trofeo en este especial que hemos querido realizar.
Perú, lugar de nacimiento
Algunos podrán pensar que su construcción se realizó en Argentina, Brasil o Uruguay, pero lo cierto es que el trofeo nació en Perú, más específicamente en Lima en una joyería llamada «Camusso» a finales de los años 50. Fue realizada y diseñada con la idea de entre 10 y 12 artesanos. Teofilo Salinas, directivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) en los años 50 (y nacido en estas tierras), le presentó la idea a Don Alberto De Gasperi (encargado de la joyería Camusso), y a sus artesanos para que le dieran vida a crear el trofeo de la Copa Libertadores. Gasperi comentaría al periodista Carlos Enciso que «él nos dio una idea, hicimos un dibujo, lo rechazó, hicimos otro, le gustó. Lo que más tardó fue la aprobación. Cuando no le gustaba había que volverla a pensar. Como decimos en la jerga de la platería, tenía que ‘pagar el ojo’. Cuando Salinas vio el resultado final, quedó encantado», expreso Don Alberto, director en aquel momento de la joyería, la cual fue fundada en 1933.
Las piezas
El trofeo original fue construido en varias piezas de plata 925, buscando imitar la figura redonda de un balón formado por dos piezas cuya intersección está tapada por el listón (una cinta) que a principio albergaría los nombres de los clubes campeones pero al ver que la proporción no daba para lograr el cometido se decidió colocar «Copa Libertadores».
El trofeo para los creadores simboliza «la dualidad del fútbol, teniendo de arte y de calle». Sobre el hombrecito que está en lo más alto del trofeo, Don Alberto (como es respetado), comentó que «se copió de una copa de bronce que vendían en las tiendas para los campeonatos de los colegios. Es la única pieza que no es de plata. Es de bronce».
La satisfacción del diseño
Sus creadores quedaron orgullosos del resultado final, también dejó contentos a Salinas y al argentino Raúl Colombo, entonces presidente de la Conmebol. «Tenía unas dimensiones casi perfectas. No importaba mucho el precio, solo era pagar lo que se gastaba en el valor de la plata», expresaba Don Alberto Gasperi. «En ese momento no se usaba la computadora. Todo era a mano», comentaría Fabio Tonani, directivo de la joyería Camusso en la actualidad.
Primeros registros audiovisuales
Sobre la primera vez que se le ve al trofeo no se consiguen muchos registros. Con la ayuda de los artículos que investigamos pudimos conseguir que para Jorge Barraza, periodista argentino, el trofeo se le ve por primera vez en las manos de Juan Ramón Verón, líder y campeón de Estudiantes de la Plata cuando bajaba del avión con ella en la mano.
Lo cierto es que ya el trofeo aparece constantemente en nuestros televisores, sobre todo en la presentación de cada partido en la señal de Fox Sports.
Restauración de la Copa
Desde su existencia, el cambio que siempre vivió el trofeo fue la extensión de la base de madera que se encuentra en la zona inferior, pues año tras año los nuevos campeones hacían alargar la base para los nuevos triunfadores. Pero lamentablemente en el 2004 cuando el Once Caldas logra el campeonato frente a Boca Juniors, Herly Alcázar (jugador del Caldas en aquel entonces) se le cayó de la mano quedando el trofeo semidestruido.
Su reparación no fue encargada a sus creadores, sino a la empresa Alzaimagen de Chile. Según su gerente, Yasna Rojas, confesó al diario «La Cuarta» en el año 2005 que «la hicimos casi toda de nuevo. trabajamos con la Conmebol desde hace muchos años todo tipo de trofeos y medallas. Por eso nos llamó Nicolás Leoz para decirnos que arregláramos la Copa Libertadores, que llegó en un baúl. Estaba toda desarmada y con varias piezas menos. Le faltaba el jugador que va arriba y mandaron uno mula que no era. Las orejas tampoco estaban. Apenas servían la base de madera y el soporte que une la parte de arriba y la de abajo». Yasna además hizo saber que «el material es pura plata. Venía llena de abollones y hasta marcas de estoperoles tenía. Desde que Colo Colo la ganó que no se retocaba».
Sobre las placas que muestra a cada equipo campeón, la originalidad va por el propio club, pues Yasna expresó «cada equipo las hace a su gusto. Boca Juniors manda a hacer placas de oro de 18 kilates, mientras que la de Colo Colo parece que era de bronce. Y la insignia de su placa se salió». Por último contaría que «les hicimos una réplica original de la Copa a Boca, a River Plate y al Museo del Fútbol Uruguayo. Para eso estuvieron mucho tiempo pidiendo la autorización de la Conmebol».
Entre las diferencias del actual a el original, se encuentra que las asas son más grandes, y el hombrecito patea a la zurda y no como antes, a la derecha. «La arreglaron mal. Una de las asas se desoldó porque no lo hicieron bien. La debieron traer al Perú, para que la arreglen los artesanos que la hicieron. La Copa es un valor del Perú, ya ni siquiera de Camusso», expresaría al tiempo Fabio Tonani, actual directivo de Camusso.
¿Y tú, que opinas del trofeo? Particularmente para quien escribe es una pieza histórica que debe mantenerse, y a pesar de rumores para un rediseño, de suceder debería mantener la estética del mismo. No es para gustarle a todos, pero es hermosa, y todos los equipos la desean.
Cada club campeón recibe una replica oficial por parte de la Conmebol, el cual pueden tener en sus respectivas salas de trofeos, o para mostrar al público, como es el caso del Internacional de Porto Alegre (tienda ofical del club junto al trofeo de Campeón del Mundo de Clubes – Brasil), Boca Juniors (sala de trofeos en el museo – Argentina), River Plate (sala de trofeos del museo – Argentina). Pueden observarlo en las siguientes fotografías:
Fuentes consultadas:
CONMEBOL
rinconperuchu.blogspot.com
camusso.com.pe
Diario La Cuarta