Miguel Vallenilla, GradaDigital.com – La fundación BBVA asegura que Cooling break o cooling time son: las expresiones que utiliza la FIFA en inglés para aludir a los pequeños descansos que el árbitro puede conceder en algunas competiciones, en especial cuando la temperatura es muy alta, para que los jugadores se hidraten.
Dichos términos han sido muy frecuentes en las transmisiones de fútbol en Venezuela ante el crecimiento de estos descansos que se vienen escenificando en los estadios del país tras cada jornada que se realiza. ¿Es necesario?
El tiempo de hidratación claro que es necesario, pero por supuesto cuando las condiciones del juego lo ameritan. Proteger al jugador de fútbol es uno de los deberes del arbitraje además de impartir justicia en un campo de juego. Minimizar los riesgos a un jugador es importante, y en lugares donde las temperaturas superan los 32 grados es más que entendible. Estas actividades comenzaron a ser frecuentes en el Mundial de Brasil 2014, como iniciativa de la Comisión Médica de la FIFA.
¿Se aplica correctamente en Venezuela? La respuesta es no. No todos los escenarios del país tienen climas que rebasan factores desfavorables para el jugador, sobretodo en horarios acordes a varios de los juegos que se ejecutan. Hoy en día, jornada tras jornada, los nueve encuentros tienen asignado el tiempo de hidratación, sin tomar en cuenta -aparentemente- si las condiciones lo requieren o no. Estas decisiones están deteniendo frecuentemente el ritmo de los encuentros y malacostumbrando a los jugadores a tener un “beneficio” que no consiguen en competiciones internacionales.
Durante la tercera fecha del Torneo Apertura, le consulté a Alejandro Velásquez, cuarto árbitro del duelo entre Estudiantes de Caracas y Caracas FC (el cual se disputaba sobre un clima fresco en El Paraíso), sobre estos break. “Es una exigencia de la liga (Asociación del Fútbol Venezolano)” aseguró. ¿No afecta a los clubes en competencias internacionales?, le pregunté, y respondió que “se está probando durante este torneo a ver cómo se desarrolla, ver sus resultados”. Ese mismo día le hice la misma interrogante al delegado de la Federación Venezolana de Fútbol, el señor Edgar Iván Castellanos, y su respuesta era desconocer el motivo. Al día siguiente, los capitanes Anderson Arciniegas (Metropolitanos FC) y David Mcintosh (Deportivo Anzoátegui) saltaban al exigido estadio Brígido Iriarte, y mientras el árbitro Yander Herrera lanzaba la moneda para que se decidiera el lado del campo de juego que tendría cada club, advertía a los jugadores que a los veintidós minutos de cada tiempo habría una pausa para la hidratación. Es norma.
Ya son varios estadios que han convivido con climas muy frescos. En las gradas se ha llegado hasta escuchar que es mejor que les den un cafecito a los jugadores, ya que han hecho los Cooling break en medio de bajas temperaturas, con fresquito. El estratega del Deportivo Táchira, Francesco Stifano, le declaró a Conexión Goleadora –además de sus felicitaciones a Noel Sanvicente por el triunfo del Caracas en Viña del Mar- que “el que vio el partido de ayer, notó que los chilenos aprovechan cada pelota. Y aquí ponen el Cooling Break hasta en San Cristóbal. Quiero que la Liga del Fútbol Venezolano revise eso”.
Sin duda alguna, la conclusión es que el tiempo de hidratación es necesario, siempre y cuando las condiciones climáticas estén en contra del jugador. De lo contrario, su uso reiterado sin necesidad, fomenta a que el jugador tenga una “facilidad” que va en contra de toda su jerarquía como atleta, y que lo acostumbra a condiciones que no encuentra en los partidos internacionales ante equipos acostumbrados a altas exigencias sin recursos extras. La norma debe mejorar.