Mariann García. – Los clásicos siempre se juegan por algo más que tres puntos, este domingo 24 de noviembre, el Caracas Fútbol Club se logró imponer ante su archirrival un gol por cero. Los capitalinos llegan a treinta y dos puntos y siguen en la cima, mientras que los aurinegros se despiden de la lucha por el título con este revés.
Desde el 2010 no se jugaba tanto en un clásico del balompié nacional, y esto se notó tanto en la cancha como en las gradas que estuvieron colmadas por aficionados de lado y lado. Ambos técnicos sabían que no se podían guardar nada para mañana y mostraron todo su arsenal desde los primeros minutos del cotejo. Un encuentro de mucho roce que fue pausado en varias oportunidades por choques entre jugadores.
Los locales iniciaron imponiendo su estilo, aprovecharon la rapidez de sus bandas e intentaron ser ofensivos por esa vía para abrir el marcador. Luego de haberlos estudiados, Táchira tapó mejor esos carriles y el mediocampo se convirtió en ese lugar donde cada pelota era luchada entre unos y otros.
Al minuto 13 un disparo de Roberto Armúa se convirtió en la primera ocasión de peligro. Desde el comienzo algo decía que Roberto Tucker se podía convertir en la figura del cotejo. José Contreras le negó en ese instante el chance de marcar el primero. Unos instantes más tarde, el arquero tachirense le volvió a negar el gol.
Fueron tres seguidas las que tuvo el argentina frente al cancerbero, quien para esos minutos se había convertido en su peor enemigo porque siempre estuvo para despejar. En el minuto 26 hubo la primera para el Deportivo Táchira después que José Ali Meza robara la pelota y desde fuera del área pegara un zapatazo que se fue por encima del travesaño defendido por Baroja.
En el primer tiempo no hubo más acciones cerca de las zonas defendidas por Alain Baroja y José Contreras. La lucha se mudó al medio y de ahí más allá de los empujones y faltas no se presenció nada nuevo.
En la segunda parte la mente de ambos estaba en arriesgar más e ir por los goles que les dieran los tres puntos necesarios. Gelmín Rivas probó con un tiro libre que rozó las manos del capitán rojo para despejar.
Un partido tan cerrado debía definirse por los pequeños detalles, más allá de que ambos estrategas movieron sus bancas para buscar más ofensiva. Al minuto 70 Rómulo pateó un riflazo que se interceptó en la zona de Contreras y sin querer Rivas tocó el balón para que el principal Edson Suárez decretara la pena máxima. Por parte del Caracas el central Roberto Tucker se ha convertido en el cobrador oficial desde el punto penal y este domingo no fue ka excepción. Cuando el cronómetro registraba el minuto 71 tomó fríamente el balón y la mandó a guardar en el arco de Táchira. El 1-0 ya estaba registrado en la pizarra y Saragó decidió manejar el resultado, no arriesgó y le dio ingreso a Robert Garcés para que acompañara en su labor a Ricardo Andreutti, quien junto a Pomponio trataban de impedir el ataque del rival.
El pitazo final fue el más esperado por los presentes y el DT rojo. Saragó aupaba a los presentes y pedía que terminaran el juego. Su euforia fue compartida por sus muchachos y la afición, sabían que a falta de dos jornadas tienen 32 unidades y el liderato del Apertura. Por su parte, a Daniel Farías no le hicieron gracia las decisiones arbitrales y sabe que ya está fuera de la lucha por el título.