AFP – La Copa Libertadores de América se jugará desde 2017 entre febrero y noviembre, alargando la competencia estrella del fútbol regional y la final será un partido único en campo neutral, según las reformas de la Conmebol anunciadas este martes. La decisión sobre el calendario fue adoptada para «armonizar los calendarios de competencias con los torneos locales de cada país», según un comunicado de la organización.
La primera modificación implica pasar de un promedio de 27 semanas a 42 de duración total para la Copa Libertadores, que se jugará de febrero a noviembre, mientras que la Copa Sudamericana se jugará a partir de junio y finalizará en diciembre.
Otra de las modificaciones significativas -que también entraña cierta polémica- la anunció por Twitter el paraguayo Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. «Analizando estadísticas de finales de Copa Libertadores, local en segundo juego ganó 7/10. Justicia deportiva exige final única en campo neutral», informó el dirigente.
Esta medida dispone una definición similar a la de la Liga de Campeones de Europa. Vale recordar que hasta 1987 la final de la Copa se definía con un tercer partido en cancha neutral en caso de igualdad en puntos en los dos primeros encuentros. En la última definición con ese formato, Peñarol se impuso en el partido desempate en Santiago de Chile a América de Cali por 1-0. Antes, habían ganado 2-0 en Cali los colombianos y 2-1 en Montevideo los uruguayos.
Otra novedad es que a partir de 2017 los diez clubes de la Copa Libertadores que no avancen a los octavos de final tendrán la oportunidad de seguir compitiendo en la Copa Sudamericana.
Además, los campeones de ambos torneos ganarán cupos directos a la fase de grupos de la siguiente edición de la Copa Libertadores.
Los cambios son para «potenciar la calidad del fútbol sudamericano e impulsar su desempeño deportivo, esto por medio de una estrategia integral que permita generar y reinvertir más valor en su desarrollo y promueva la sustentabilidad de los clubes y las asociaciones miembro».
Las reformas, que también alcanzan a la Copa Sudamericana, contemplan una modificación en el calendario de ambas competiciones con el propósito de armonizar los calendarios de los torneos locales de cada país con las competencias continentales de clubes.
«Por mucho tiempo los clubes han tenido que elegir entre el campeonato local y los torneos continentales, y eso afecta la calidad de ambas competiciones», argumentó Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol.
Según opinó, la reforma «permitirá mejorar el desempeño deportivo en los torneos nacionales, proteger a los jugadores y además potenciar la calidad de juego en las copas continentales».