Miguel Ángel Moreno. EFE – El guardameta de la selección argentina y River Plate Franco Armani, un ídolo en Colombia tras su paso por Atlético Nacional, asumió el arco de la Albiceleste en la trascendental y agónica vitoria por 1-2 ante Nigeria, en medio de una crisis tras el error de Willy Caballero.
Tranquilo, con no demasiado trabajo en la primera parte y mucha más agitación en la segunda ante los contragolpes de las Súper Águilas, que amenazaron hasta en nueve ocasiones su portería pero no llegaron a rematar a puerta más que tres veces, el portero de River cumplió con el trabajo en día crítico.
Sabía Armani que su actuación se iba a mirar con lupa después del error de su compañero Caballero ante Croacia que costó a Argentina el primero de los tres goles que encajó ante el conjunto balcánico, un pase picado hacia Gabi Mercado falto de fuerza que rescató Ante Rebic para hacer el primero contra Argentina.
El entorno, la afición, los medios de comunicación pedían a Armani, y el seleccionador argentino Jorge Sampaoli lo llevó a la rueda de prensa previa al partido en San Petersburgo, pero sin confirmar si su paisano de Casilda (Santa Fe) sería de la partida. No cabía esperar otra cosa y ocupó el arco ante Nigeria.
Tras el partido, el meta de River Plate agradeció el apoyo de sus compañeros y se mostró «orgulloso» por el esfuerzo de todo el plantel para llegar al agónico triunfo con el gol de Marcos Rojo a tres minutos del final del tiempo reglamentario.
«Se entregó todo dentro del campo de juego. Estoy muy orgulloso del plantel que tenemos. Salimos adelante, el equipo sacó el pecho sabiendo que la clasificación se iba a dar», manifestó el arquero, que también agradeció a River la proyección que le dio en el campeonato argentino para ser convocado con la albiceleste.
Porque Armani fue el arquero que regresó. Formado en las categorías inferiores del Estudiantes de La Plata, después de salir a préstamo en varias ocasiones a equipos como Ferro Carril Oeste o Deportivo Merlo, tomó la decisión de salir de su país, al Atlético Nacional de Colombia.
En Medellín se convirtió en leyenda, pasó siete temporadas en las que se convirtió en el jugador con más títulos con la camiseta ‘verdolaga’, un total de trece, entre ellos la Copa Libertadores de 2016, en la que fue una de las figuras del torneo, especialmente contra sus compatriotas de Rosario Central en cuartos de final.
El autor de la ‘triple atajada’, la famosa parada contra Rosario en la Libertadores de 2016, tuvo hasta el beneplácito de una leyenda del fútbol mundial: el portero colombiano René Higuita, entrenador de porteros en Atlético Nacional que le trató y destacó su compromiso, humildad y carisma.
Hace apenas siete meses, cuando se conoció su fichaje por el River Plate argentino, más de 30.00 aficionados acudieron al estadio Atanasio Girardot de Medellín para despedir a su estrella.
«Me comprometo hoy a que en mi final de carrera deportiva me voy a retirar en Atlético Nacional», dijo entre aplausos y cánticos un emocionado Armani, que se marchó del Nacional con el récord de imbatibilidad del club, establecido en 1.046 minutos.
Pero cuando River Plate llamó a su puerta, Armani reclamó a los directivos de Nacional que le dejaran escapar. No fue fácil porque reclamaron al club ‘Millonario’ el pago íntegro de la cláusula de rescisión, pero el pasado mes de enero fue presentado como nuevo futbolista del equipo del barrio porteño de Núñez.
En Colombia suspiraron por el meta aún estando en Buenos Aires. El propio Armani llegó a contemplar la posibilidad de jugar con los ‘cafeteros’ estando en el Nacional, y a menos de tres meses del Mundial, los medios colombianos especulaban con la posibilidad de que se hubieran iniciado los trámites para que el portero pudiera ser seleccionable por José Pékerman.
No se dio y la llamada de Sampaoli acalló todos los rumores. Armani se apuntó a los ’23’ de la albiceleste, y en su momento más crítico, respondió al envite con solidez. Ante Francia tendrá una prueba de la máxima exigencia ante los Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y compañía.