GradaDigital.com – Programado para la tarde de este miércoles, grupos de aficionados marcharon a las instalaciones de la Federación Venezolana de Fútbol que se encuentra en Avenida Santos Erminy en Sabana Grande, para expresar su descontento con el entrenador nacional de fútbol, César Farías, y el presidente de la federación, Rafael Esquivel.
Cumpliendo los principales objetivos de los presentes, organizadores de la marcha hicieron entrega de un documento donde expresaban sus razones de descontento. Dicha carta fue firmada por la Asociación por un Mejor Fútbol Venezolano, dieron a conocer.
Esta marcha fue organizado principalmente por aficionados del Caracas FC, quienes invitaron a reunirse a más seguidores del fútbol venezolano, indistintamente del apoyo a otros clubes.
COMUNICADO
Asociación por un Mejor Futbol Venezolano
Atención: Sr. Rafael Esquivel Presidente de la Federación Venezolana de Futbol
Sr. Cesar Farías Director Técnico Selección de Mayores
Nuestro fútbol ha pasado históricamente por más momentos amargos que dulces. Desde hace más de 40 años, hemos tenido una dura batalla suramericana por tener algún tipo de logro o destacar en competencias y eliminatorias sumamente complicadas, gracias a nuestra posición geográfica, sumado a esto que los problemas internos han sido duros obstáculos que en algunas ocasiones no hemos podido superar.
A lo largo de nuestra historia, hemos visto como equipos nacionales y campeones con una gran estructura, técnicos de primer nivel y jugadores excepcionales terminan desapareciendo, siendo víctimas del olvido. Hoy en día, vemos con preocupación como equipos de “primera división” tienen deudas con sus jugadores, cuerpo técnico y empleados. Esto preocupa y mucho, sobre todo cuando tenemos un ente como la Federación Venezolana de Fútbol, que simplemente es insensible ante esta situación y no hace nada para ayudar a los profesionales del balompié venezolano.
En el pasado, el fútbol venezolano, era de colonias, en donde la calidad y el atractivo de nuestra competición local dependía, en gran parte, de los jugadores y técnicos importados. Hoy en día, avanzamos hacia la consolidación de un balompié popular, donde prevalecen los jóvenes talentos locales, que si bien son desarrollados por los clubes, requieren de una debida articulación y coordinación por parte de la FVF.
Mientras en Venezuela hemos tenido pequeños avances, el resto de nuestros hermanos suramericanos han crecido a pasos agigantados, sumando logros importantes y dejando al sur del continente en lo más grande del fútbol mundial. Muchos se preguntan ¿por qué siendo Suramericanos, no hemos podido evolucionar de la misma manera?
La convergencia histórica de factores políticos, económicos y comerciales que han afectado nuestro crecimiento hacen que no sea sencillo responder a esta interrogante. Sin embargo, es un hecho que el factor que más ha afectado tiene que ver con la dirigencia o, mejor dicho, los llamados “hombres de corbata”.
Los actuales y antiguos dirigentes no han conseguido la formula correcta para impulsar al deporte rey del mundo en nuestro país, y sencillamente han convertido el fútbol Venezolano en un negocio, donde la consigna es saber cuánto se van a ganar, sin importar la situación relativa a la estructura de los equipos, si los mismos cumplen con los compromisos que contraen, si de verdad son equipos dignos de llamarse profesionales.
Lo peor de todo es la búsqueda de legitimidad en un reglamento amañado, diseñado convenientemente para lavarse las manos y hacerse la vista gorda a los problemas de raíz.
Hace más de 30 años que el Sr. Esquivel está al mando de la FVF, y como algunos de sus pocos logros se pueden mencionar: la norma de alineación de por lo menos un jugador sub-20, lo cual impulsó una generación de jugadores capáz de clasificar por primera vez a un mundial FIFA en alguna categoría, la organización de la Copa América 2007 -de la cual quedan estadios con obras inconclusas- y recientemente la obtención del campeonato suramericano femenino sub-17, que permitió a nuestras seleccionadas, clasificarse al mundial.
Cada quien es libre de pensar y asociar otros logros al Sr. Esquivel y su gestión; pero, en tal caso, la pregunta sería: ¿Realmente fueron gracias a él y no a pesar de él? Si de obras inconclusas hablamos, la construcción del Centro de Alto Rendimiento destaca sobre el resto.
Es una muestra de incapacidad gerencial manifiesta. No concluir una obra a pesar del aumento de la exposición -y por lo tanto, de ingresos- que genera el fútbol venezolano por conceptos tales como televisión y patrocinios, tanto públicos como privados. Nuestro fútbol creció gracias a la motivación de Richard Páez, quien nos demostró que sí se puede luchar en eliminatorias y que el jugador criollo estaba preparado física, técnica y mentalmente para jugar los partidos cara a cara
Una vez culminado el ciclo del profesor Richard Páez, con avances que resultan innegables aun para sus detractores, se inicia la era de César Farías, conocido por ser un técnico capaz de estudiar muy bien a los rivales y por su sistemática forma de preparar los partidos.
A su cargo, destaca el éxito en la Copa América, donde Venezuela, con la generación más talentosa de jugadores nacionales que se haya reunido alguna vez, logró un meritorio e histórico cuarto puesto. Sin embargo, este logro vino acompañado de una pérdida de identidad, en la cual nuestra selección, La Vinotinto, pasó de ser un equipo interesado en el dominio del balón, en la explosividad por las bandas, a uno orientado al balonazo o el mal llamado «pase largo efectivo», donde la premisa era, sobre todo, el orden defensivo, y que por ser cada vez más previsible, depende de la pelota parada y las individualidades para resolver lo que en palabras del mismo Farías es «una pelea con el gol».
Hoy en día, podemos afirmar con dolor que la posibilidad del mundial se nos aleja en casa. Partidos jugados en nuestro patio, contra rivales directos como: Chile, Uruguay y Ecuador, muestran una escasa cosecha de puntos, que hoy en día añoramos para oxigenar nuestra posición en la tabla de clasificación.
Si bien las estadísticas de las eliminatorias bajo la dirección de César Farías denotan logros y avances en términos de resultados y puntuación, conviene preguntarse, una vez más, si estos han sido gracias y no a pesar de su presencia, ya que Farías ha tenido bajo su dirección un sinfín de recursos, en comparación con ciclos anteriores, tanto técnicos, como humanos, materiales y económicos.
César Farías es un técnico afanoso de protagonismo, arrogante en la victoria y soberbio en la derrota. Sus ruedas de prensa destacan como celebraciones de un ego descomedido, aumentado por personajes como Lino Alonso, quien con sus desafortunadas declaraciones después de la victoria vinotinto contra Colombia, enturbió lo que debió ser una fiesta, una celebración sin razón aparente.
Con aciertos, errores y convocatoria de Jugadores que, en papel y en la cancha, no estaban para la partida y aun sabiendo esto, Farías caprichosamente y contra todo pronóstico los puso en cancha. Lo verdaderamente importante es que Farías no cumplió con lo prometido al inicio de las eliminatorias mundialistas para Brasil 2014: «llevarnos al mundial de mayores». Cabe destacar que era la oportunidad de oro para hacerlo, ya que contábamos con un cupo más. Hoy, con sobradas razones, podemos preguntarnos: ¿estamos en el camino correcto para tener un mejor fútbol? Quienes suscribimos este comunicado, creemos firmemente que nuestro fútbol requiere cambios inmediatos.
Estas modificaciones pasan por la necesaria renovación de figuras directivas y deportivas, capaces de interpretar el sentir popular de una fanaticada creciente, que clama por un fútbol mejor a todo nivel, y que -cansados de dirigentes perpetuados en sus puestos- exigen una renovación de las estructuras federativas.
El fútbol no se trata de negocios, se trata de pasión, de orgullo por la camiseta y buena organización. Se trata de hacer lo correcto y estos señores parecen haber olvidado esto para hacer de nuestra pasión su negocio. Todo ciclo inicia con un objetivo y tras dos eliminatorias el ciclo de César Farías no luce estar cerca de clasificarnos por primea vez al mundial de mayores
¿Con qué otra palabra podemos denominar el hecho de no cumplir con los objetivos planteados en el tiempo establecido, si no es «fracaso»? Los hoy congregados aquí en protesta pacífica, estamos seguros de ser la voz de millones, de ser voceros de una exigencia generalizada. Sentimos en nuestros hombros el peso de la responsabilidad de hacerle saber a quienes no les duele nuestro fútbol que del lado de la fanaticada, sí hay dolientes.
Señores Farías y Esquivel, en una muestra de humildad, den un paso al costado y entiendan su lugar temporal en la historia del fútbol nacional. Permitan que quienes en el futuro juzguen y evalúen su gestión, vean en ustedes el gesto noble de permitir a los más capaces la dirección gerencial y deportiva de esta, que es nuestra pasión, la de todos los venezolanos y no la arrogancia de quien se cree insustituible.
Fuente del comunicado:
Solofutbolve.com.ve