Mariann García. – El Caracas Fútbol Club no tenía margen de error ante el Club Atlético Lanús en la primera fase de la Copa Libertadores 2014. Un despiste defensivo y un penal dudoso hicieron que el marcador quedara 0-2 el jueves pasado en el Olímpico de la UCV. Los jugadores salieron cabizbajos y demostraron con su tono de voz bajo que la derrota fue un balde de agua fría para ellos. La ilusión de trascender no se esfumó, pero si ven ese sueño cada vez más lejos.
«Es muy difícil, súper incomodo para un grupo que venía bien. El resultado más negativo que podíamos sacar aquí era empatar y lo perdimos 0-2. Ir allá (Argentina) a revertir esto es difícil, pero no imposible. Ahora debemos ir con todo», fueron las primeras palabras del volante ofensivo Luis González, quien mostró luego del encuentro su descontento por lo ocurrido en la noche de este jueves, aunque aún piensa en buscar el juego en la cancha del «granate».
La noche no le sonrió en nada al conjunto capitalino, los argentinos supieron leer muy bien el partido para anular las llegadas de los criollos. Al minuto 59 Eduardo Saragó decidió sacar de la cancha a Rómulo Otero y darle ingreso a «Cariaco», quien tenía como función refrescar al equipo e inyectar velocidad. «Traté de ayudar al equipo de una u otra manera, no se dio ni el gol ni la asistencia. Me siento incomodo y súper triste por entrar y no ayudar al equipo. Nos queda seguir trabajando y tratar de cambiar esto», comentó el mediocampista.
Cuando transcurría el minuto 76 de juego González arrebató un balón en la zona del Caracas, se adueñó de él y recorrió la otra mitad del campo para pegar un zapatazo que colocó la esférica en el travesaño. Una de las pocas llegadas que tuvieron los «avileños» y no supieron concretar. «Estar perdiendo 0-1, entrar, hacer un desborde de los míos y que la pelota pegue en el palo. La frustración es muy grande, todavía lo vivo como si estuviese en el campo. Me siento muy molesto por esto», remató el jugador sobre la gran decepción que sintió al no poder marcar el tanto que en ese momento los hubiese dejado igualados.