Jesús Jiménez – La selección de Venezuela Sub-17 arribó el martes en horas de la tarde al país tras su buena participación donde consiguieron su boleto al Mundial de la categoría.
Este miércoles, se logró contactar a un integrante de este grupo, Eduardo Maceira, quien se mostró agradecido por la entrevista realizada. Se le preguntó por cómo se encontraba el ambiente en el equipo ya estando en el país y luego expresó que significaba ser subcampeón de un torneo tan importante como el sudamericano, «mucha felicidad en todo el grupo por llegar a nuestra patria con nuestra familia y seres queridos. Ser subcampeón es algo muy grande, nos sentimos campeones, ya que terminados segundos por una mínima diferencia ante Argentina», manifestó el jugador.
Luego calificó a su manera lo que fue el Sudamericano, además toco un interesante punto el cual se refería a la única derrota de Venezuela, «para mi todos los partidos fueron difíciles, estábamos consiente y seguro de que sería difícil. El primer compromiso ante Argentina por la fase de grupo, fue un partido duro, conocíamos que era un equipo complicado, no nos salieron algunas cosas y además no hubo un buen arbitraje pero fuimos inteligentes y logramos sacar esta situación adelante, no perdimos la confianza que teníamos hacia nosotros mismos», explicaba el integrante nacional.
Eduardo Maceira comentó en referencia a lo que fue su actuación y participación en el torneo. «Estuve en gran nivel, di lo mejor de mi cuando estaba en la cancha, jugué en varias posiciones en el medio campo, ‘el profe’ tenía confianza en mi trabajo por eso me coloco en varias posiciones. En cuanto a las rotaciones y cambios, eran necesarios ya que todos no podíamos jugar todos los minutos por ser partidos internacionales que provocan mucho desgaste y cualquiera podía jugar, todos somos iguales andábamos en el mismo nivel» analizaba y elogiaba la gran labor de su entrenador en cada momento.
En referencia a todo el sacrificio y preparación de La Vinotinto para este torneo, decía, «valió la pena todo el sacrificio, fueron 10 meses de módulos y fuertes trabajos, alejado de la casa, familia y amigos». También informó sobre lo que estará haciendo en los próximos días, «ahora toca descansar para luego seguir entrenando con mi club (Real Esppor) y prepararnos con las mismas ganas para el Mundial, pelearemos por el título, queremos ser campeones y aquí nadie es más que nadie», así finalizó el talentoso mundialista.
Tras cada partido comentaba que todos se reunían como hermanos, primero que nada le agradecían a Dios por estar representando a Venezuela, en segunda instancia pedían para que lograran su objetivo y que Rafael Dudamel su entrenador les dictaba charlas motivadoras, los llenaba de confianza a todos.