EFE – La Guaira se llevó este miércoles un valioso empate en Asunción (0-0) ante Cerro Porteño, que pese a que no pudo superar el cerrojo que implantaron los venezolanos obtiene un punto que lo ubica en la cabeza del Grupo H de la Libertadores con el Atlético Mineiro.
Y es que los brasileños ganaron el martes por 2-1 a un América de Cali que la semana anterior perdió en casa ante Cerro Porteño (0-2).
No obstante los venezolanos hicieron un inteligente y efectivo partido de estrategia con el que suman dos puntos tras el anterior empate en Caracas con los de Belo Horizonte (1-1).
El conjunto que dirige Daniel Farías planteó de primeras una pared que, reforzada por el arquero Carlos Olses, rebotó los balones de un Cerro Porteño que tuvo el control en todo momento, pero con escasas jugadas de auténtico peligro.
La segunda parte fue plena en ataques del Ciclón, cuyo técnico, Francisco Arce, optó por hacer ingresar al delantero Roberto Morales en lugar del argentino Mauro Boselli, que en la primera estuvo poco inspirado.
En ese periodo varias ocasiones de gol pudieron haber inclinado la balanza del lado del local, que se encontró con un Olses que recuperó una seguridad que no tuvo en los anteriores 45 minutos.
Sin embargo, le faltó precisión a Cerro Porteño, sin engrase y al amparo de unas individualidades que estuvieron desdibujadas.
El joven Fernando Ovelar (17 años), que ingresó en la segunda parte, tuvo la más clara en el 71 de un zurdazo que rozó el palo de Olses.
Claudio Aquino, la otra baza en ataque de Cerro, tuvo el gol en sus botas también en esa mitad, con los venezolanos completamente encerrados.
Fue, con menos intensidad, una repetición de la primera parte, en la que Cerro salió a lo «Ciclón», rompiendo las líneas de los venezolanos y siempre buscando la ejecución en el arco a Boselli, muy marcado por la defensa rival, pero que tampoco tuvo su día.
Un tiro de Aquino, en el 35, desde fuera del área en primera intervención de Carlos Olses, fue lo más destacado de la fase inicial.
También como en la segunda, el meta de Cerro Porteño, el brasileño Jean Fernandes, apenas desgastó los guantes.
El equipo de Farías fue inofensivo en el contragolpe, pese a las avenidas a su favor creadas por el adelanto de líneas de Cerro Porteño.
No obstante, el empuje de Darwin González, el más activo de los visitantes, llegó a alarmar al Ciclón, que desesperó ante un candado impenetrable llamado La Guaira.