Desde GradaDigital, queremos entrar en la personalidad de Salomón Rondón, joven caraqueño que nació en la ciudad de Caracas un 16 de Septiembre de 1989, y que hoy triunfa en el fútbol español. Además, es una pieza fundamental en la delantera de la selección nacional de Venezuela, y parte del histórico plantel que triunfó en el Mundial de Egipto Sub-20 del 2009.
«Salo», como también es apodado, amo al futbol desde pequeño, consiguió una oportunidad de brillar en el Aragua FC, y partir a otras fronteras, al país de la mejor liga del mundo. Su familia es fundamental para su crecimiento, y ha aprendido vivir los altos y bajos que se ha encontrado.
En este «Mano a Mano», descubrimos a Salomón Rondón, sus glorias, sus miedos, sus sueños y crecimiento. Ven, y lee con nosotros:
GD: Hablamos de tu familia
Siempre he dicho que somos trece (13), somos una familia grande incluyendo a mis abuelos, a mis tíos, mis hermanos, mis padres, y yo. Gran parte de Catia y aquí en Caracas. Poco a poco hemos ido creciendo y avanzando, yo más que nada en el fútbol, y ya mis padres se juntaron junto a mí familia; todo ha sido muy rápido.
GD: Tus padres se nota que han sido fundamentales en tu vida
Mi papá se llama Rafael, mi mamá se llama Maitana, y ellos han sido pilares fundamentales de lo que soy, porque me han inculcado valores, siendo partícipe de mí.
GD: Y el fútbol, cuéntanos de tus inicios
Comencé a los cuatro (4) años en el San José de Calasanz, equipo de mi colegio, y ahí empezó todo con un entrenador que ya falleció que se llamaba Armando González, y en ese momento vi que tenía vocación, afición a la pelota, y a partir de ese momento como que se creó el ambiente, y comencé a patear la pelota.
GD: ¿Y cuáles son los recuerdos que dejó el fútbol en tu niñez?
Desde ese momento yo estaba jugando en la tierra, no le prestaba mucha atención a la práctica. Luego que comencé a practicar, y rompía vidrios, hacía cosa donde mi abuela siempre me reclamaba y me regañaba, pero ha valido la pena.
GD: Y la inspiración a jugar fútbol
Veía con mi papá en aquellos tiempos el fútbol español que estaba muy de moda aquí, y lo veía, me sentaba con él, y de ahí en adelante le tomé afición.
GD: Y en tu familia, ¿alguien más jugó al fútbol?
Nadie. Nadie tiene idea del fútbol. Mi papá es quien por ahí hacía gimnasio, luego jugó softbol, así que soy el único que hizo esa carrera.
GD: Y el jugar de delantero, ¿cómo fue?
Me gustaba más jugar de media punta, y mi papá me dijo que meter gol era lo mejor, que jugara de delantero, entonces se me fue dando, y la verdad que la sensación de marcar goles era bastante agradable, y me quedé.
GD: Ya que nos cuentas la sensación de marcar un gol, ¿cómo lo describes?
Es algo muy grande, es el trabajo de toda una semana donde se logra un disparo y el balón toca la malla, es muy bonito. Le agarré el gusto.
GD: ¿Y de pequeño, quién era tu ídolo?
Mi ídolo era un brasileño, Ronaldo, y siempre me gustaba como jugaba, en el Barcelona, en el Inter, en el Madrid. Su juego era muy diferente al resto de los jugadores.
GD: ¿Por qué al crecer decides firmar con el Aragua FC?
Yo tengo una historia con mi mamá, mi papá y mis hermanos también, de que todos los domingos íbamos a ver fútbol nacional, entonces por ahí veíamos al Caracas, al Deportivo Táchira, a todos los equipos que pasaban por Caracas, y juego contra la Sub-20 del Aragua en San Antonio de los Altos, y da la casualidad que el técnico del equipo me dice si quería jugar Primera División, y cuando te dicen esas palabras, uno siendo un niño se ilusiona.
Se lo comento a mi papá llorando, diciéndole “me quieren llevar a la primera División en Maracay”, y aceptamos la propuesta, y luego fue un sacrificio bastante grande.
GD: ¿Cuáles son los recuerdos de tu paso por el Aragua FC?
Yo recuerdo al viejo “Rafa” Santana, quien fue el que me dio la oportunidad de jugar en Primera División luego de haberme llevado Wilmer Cevallos y Miguel Silvera. Uno emocionado sabiendo que “Rafa” Santana era un místico del fútbol venezolano, y con ganas de hacer las cosas bien porque era una gran oportunidad.
GD: ¿Qué recuerdos tienes de “Rafa” Santana ahora que lo mencionas?
De todo. Él y “Rafita” fueron excelentes. La semana en que debuto, ante el Carabobo, iba al equipo titular, y yo estaba nervioso porque era la oportunidad de mi vida, y yo no sabía qué hacer, entonces pierdo muchas pelotas y “Rafa” me grita: “grandote, eres el mejor de los contrarios”, y ahí me vine abajo, y después traté de hacer las cosas bien, y terminé jugando el partido.
GD: Recuerdas tu primer gol, ante el Caracas FC
Fue una noche grande porque hice dos goles ante el Caracas. Estaba llena la tribuna, al frente estaba José Manuel Rey, Rouga, Toyo en la portería, y fue una noche de oro. Pude marcar otro y no lo hice, pero contento.
GD: La obtención de la Copa Venezuela donde estuviste
El torneo fue medianamente mal, peleábamos el descenso, cosas que no habíamos que haber hecho, y gracias a Dios las cosas se dieron en la Copa Venezuela, ganamos haciendo un buen partido en Maracaibo, y lo rematamos en casa. Fue un logro bastante importante, ser campeón, y estaba muy emocionado.
Aficionados del Aragua, el día que vieron a Salomón marcar el gol para eliminar al Caracas en Copa Venezuela
GD: Los seguidores del Aragua se sienten orgullosos de que hayas salido al exterior de su equipo
Agradecido con esa gente, a la barra, a la gente de allí con el que quizás no tenga más contactos, pero uno siempre los recuerda, sus apoyos, y las oportunidades.
GD: ¿Con qué jugadores mantienes contacto?
Con Chourio que es un amigo, y David (McIntosh) que lo considero un tutor, pues sin su ayuda creo que no hubiese conseguido cosas. Él ha sido una persona constante y he querido ser como él.
GD: La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y el Aragua, te frenaron salir al exterior?
Creo que toda Federación ayuda a sus clubes, y me negaron el transfer cuando yo salí a Las Palmas. La gente pensaba que yo me había ido porque me daba la gana, que era rebelde, y yo me fui porque tuve las opciones, pensaba en mi familia y en mí mismo.
GD: ¿Fue difícil irte, y luego no poder jugar?
Tuve un mes y medio sin hacer nada, solo entrenaba, algo que nunca me había pasado, y fue una situación desagradable. Mi familia y yo estábamos muy preocupados, y psicológicamente me dañó mucho. Un niño de 18 años recién cumplidos, no sabía qué hacer, estaba sólo, y luego fue mi mamá, me trajo la buena nueva, y resolvió lo del transfer y fue lo que más me contentó.
GD: ¿Quién te dio el apoyo en esos momentos?
Siempre fue mi familia. Pablo, mi representante, quienes siempre estaban pendiente ya que sicológicamente yo estaba muy hundido, no sabía qué hacer, y lo primero que me pasó por la cabeza fue tirar la toalla e irme e ir a estudiar, pero como no me llevaba bien con los estudios preferí esperar (entre risas).
GD: ¿La felicidad cuando llegó el transfer?
Completamente, era lo que yo quería, jugar, y demostrar el talento, hacerlo explotar.
GD: Algún recuerdo bonito de una celebración, un gol
Recuerdo el que hice contra el Caracas, que era el equipo de mi ciudad, y en su momento me habían tocado la puerta, siempre expresé que quería jugar con el Caracas, pero luego no tuve noticias, y conseguí la oportunidad en Maracay.
GD: ¿Qué te hizo crecer?
Ya yéndome de casa a esa edad (18), fue algo que me hizo llevar golpe en esta vida, y fue lo que me hizo madurar. Creo que viviendo sólo, sin nadie, lavando, cocinando, planchando, que no es fácil, uno va creciendo, madurando, sabiendo que la vida es así.
GD: ¿Cómo llegas a Las Palmas?
Mi representante, Pablo Martínez, había hecho contacto con su socio en España, que es Juan Mata, quien tiene relación con Las Palmas, y me dijeron que fuera, y también llegaba como extracomunitario que no era nada fácil, jugar con pasaporte extranjero es muy difícil allá.
GD: ¿Y tu llegada al Málaga?
Fue un sueño hecho realidad. Nunca había pensado que iba a llegar ese momento porque llevaba sólo dos años en España, y no había hecho mucho para merecerlo. Luego que me dicen eso, pase lo que pase, pienso que hay que aprovechar la oportunidad.
GD: ¿Y el mejor gol cuando llegas al Málaga?
Me quedo con todos. Hacer catorce (14) goles (temporada 2010/11) creo que es muy difícil, sabiendo que es la mejor liga del mundo, y todos quieren ir allí.
GD: ¿Cómo fue haber visto la Primera División de España por TV, y luego estar allí?
Es difícil. Jugar contra grandes jugadores, codearse con todos esos equipos. Ha sido un proceso completo, he ido paso a paso, haciendo las cosas que había que hacer, y ahora rematando. Mucho trabajo, mucha disciplina.
GD: Descríbenos las diferencias futbolísticas que fue pasar del torneo venezolano al español
Uno va creciendo. Nuestro fútbol, sin despreciarlo, no está a la misma altura del europeo. Económicamente no es similar, pero el fútbol ha ido creciendo.
La segunda división, con la primera división de Venezuela, no tiene nada que ver. Los juegos son distintos, en uno todo es muy parejo. Ya en la primera es diferente, porque son algunos equipos que pelean el título, y los demás se rebuscan la vida, y hacen lo que pueden. Acá se está creciendo, y allá siguen avanzando.
GD: ¿Cuando te lesionaste, pensaste que no ibas a jugar la Copa América?
Me pasó por la cabeza porque pensé que iba a ser algo más grande. El dolor que tenía merecía el pensamiento que tuve. Luego cuando me hacen la resonancia, y veo que es una rotura pequeña, se trabajó muy bien, y yo dije que iba a estar en la Copa, porque era una ilusión enorme, porque representar a la selección es lo más grande.
GD: Las lesiones, ¿amargan?
Sí. Para todos los jugadores las lesiones son una molestia, pero que son gajes del oficio, y uno sabe que tiene que aceptarlo. En ese momento estábamos peleando el descenso, y el equipo estaba teniendo un buen cierre de campaña, luego ya pensaba que no podía más, pero lo asumí en aquel momento.
«Salo» festejando en Egipto
GD: La selección Sub-20 de Egipto hizo soñar. Cómo fue ese sentimiento
Me pasaba cada una de las letras del himno por la cabeza. Luego me quedaba en blanco, sin saber cómo reaccionar, qué hacer.
En el camerino todo tranquilo, sabía que estábamos en un mundial, ante Nigeria, sabiendo que íbamos a codearnos en el grupo, pero al escuchar el himno se te detiene el corazón, se te eriza los pelos, y uno recuerda todo lo que se ha sufrido y todo lo que uno se preparó. Uno se enorgullece.
GD: Hiciste cuatro (4) goles, y fuiste reconocido como uno de los mejores jugadores
Gracias a la preparación y el trabajo que no fue solo mío. Todo se dio como se tenía que dar, hubo la desgracia de quedar eliminados, y quedan los recuerdos bastantes bonitos. Con eso me voy afuera, y la gente empieza a hablar de uno, pero se debe ser consciente y seguir trabajando.
Salomon remata para convertir el primer gol ante Paraguay por la Copa América
GD: El significado de vestir la camiseta “vinotinto”
Con diecisiete (17) años debuté en Maturín, y son cosas que uno dice éstos jugadores lo veía por televisión y ahora son compañeros”, como Rey, Rojas… y que espero que sigan así, para que al momento en que yo me retire, me crea las cosas que he hecho, que en el momento no me los creo, porque son sueños, y quiero vivirlos.
GD: ¿Tienes rituales?
Antes de cada partido siempre rezo. Todas las mañanas, todos los días rezo. Escucho música, y psicológicamente pienso que me tengo que ayudar a mí mismo. Me encomendó a Dios, y que proteja a mi familia, así como a los jugadores, que nos proteja de lesión, que todo salga bien.
GD: ¿Por cierto, qué música escuchas?
Reggaeton. No escucho más nada que reggaeton.
GD: Tu rutina en España actualmente
Soy muy hogareño, pues no me gusta salir mucho. Me quedo en casa, veo televisión con mi novia, y prefiero estar ahí que en la calle, porque en la casa lo tengo todo. Me entretengo con el Play, veo películas, y de vez en cuando salgo al cine con mi novia, y la acompaño a ella. Así es la vida de Salomón.
GD: ¿Qué haces después de jugar al fútbol?
Tengo una perra, un Buldog francés, así que paseo con ella junto a mi novia, y vamos con ella para arriba y pa’ bajo. Cuestión de desconectarme del fútbol.
GD: ¿Y qué extrañas de Venezuela?
La comida y la familia, porque allá se come lo que no hay aquí. Uno extraña mucho a su país.
GD: Tus sueños
Tengo miles, porque soñar no cuesta nada. Primero que nada mantener los pies sobre la tierra, y luego ir paso a paso para que todo funcione bien.
GD: ¿Pasaste en la marca goleadora a Arango. Qué deja ese logro?
No hay uno, sino dos. Cada vez vamos sumando más gente, así se dan cuenta que en Venezuela hay material humano y deportivo.
GD: ¿Cómo llevas a la familia y el fútbol?
Es un tema delicado, porque aunque uno no quiera, siempre el fútbol va a estar allí. Pero con la familia uno trata de apartarlo. Es saberlo sobrellevar.
GD: Y ahora a cuidar a un bebé. Le dedicaste un gol la temporada pasada
Tenía en aquel momento como cinco fechas sin hacer goles, y cuando lo logré, se lo dediqué, y fueron emociones inexplicables.
GD: ¿Cómo es asumir la responsabilidad de ser padre?
Espectacular. Es algo muy emocionante, porque son cosas que pasan ciertas veces en la vida.
GD: ¿Te imaginabas estar entre los grandes?
No, pero soñar no cuesta nada. Siempre quería estar ahí, pero uno ve que se hace realidad. Yo siempre tengo muy claro unas palabras que me decía mi viejo, y luego recalcó David McIntosh: “Lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse”, porque uno no tiene nada asegurado.
GD: Tu estilo de juego
Delantero rápido y con gol. Muy de área, y de caer por banda, de hacer lo que quiere el técnico.
GD: Eres entrenado por Marcelo Pellegrini, y juegas con grandes figuras
Uno ve a esos jugadores y se sorprende. Que esté Pellegrini, Demichelis, Julio Baptista, son cosas donde uno compite hasta con ellos, a nivel de selecciones, y sabes que hay que mantenerse.
GD: ¿Por qué el número 23?
Porque fue el que me abrió las puertas a España, y me ha traído suerte. Luego de pasar por segunda y ahora en primera, creo que me quedaré con ese.
GD: ¿Te ha afectado ser venezolano en el fútbol?
Quizás la gente es extraña. De Europa para acá, quizás haya gente que discrimina nuestro fútbol, a la selección, en el sentido de que no hemos podido clasificar a un mundial de mayores, pero cuando tú ves que Juan Arango hace cosas grandes, o Giancarlo, o más jugadores al extranjero, uno sale al país con una mentalidad, y se da uno cuenta que el nombre de Venezuela agarra auge.
GD: Ser venezolano es…
Muy orgulloso de mi país. Lo tiene todo, no le hace falta nada.
GD: Tu mejor amigo en el fútbol
Gracias a Dios tengo muchos amigos, y no enemigos. Nunca le he hecho mal a nadie, ni deseo mal a nadie.
GD: ¿Y alguno ha influido en ti?
Todos los jugadores han sido fundamentales porque uno se ve en esos espejos. Cundo uno da el salto se da cuenta que ha hecho cosas para estar aquí.
GD: ¿Si volvieras a nacer, harías todo lo que has hecho hasta ahora?
Sí. Honestamente no cambiaría nada. Casi lo tengo todo.
Salomón trasladando el balón en semifinales de Copa América
GD: Por último, la Copa América, caer en penales ante Paraguay, estar ahí cerca
Una sensación agria porque fuimos superiores. Hicimos una Copa excelente, nos tocó un grupo difícil y a todos le jugamos de tú a tú.
Le empatamos al pentacampeón, a Paraguay se le empató sobre la hora, luego se eliminó al favorito, y más pruebas que eso no hay, ni palabras ni imágenes ni nada. Lo mejor fue lo que hicimos, una Copa bastante buena. La rabia que da es que estuviste a un paso, y te lo quitaron sin nada. Hemos mandado un mensaje de que Venezuela no es la misma, que cambió, que ha crecido, y que Venezuela es otra.
Realizado por:
Mariann García
Miguel Vallenilla