AFP – El venezolano Caracas FC, salvado por el arquero Cristhian Flores, clasificó este martes a la segunda fase de la Copa Sudamericana-2018 pese a perder 1-0 con el chileno Everton, gracias a la victoria 2-1 que había obtenido en su visita a Viña del Mar.
Un cabezazo de Álvaro Madrid en el minuto 64, a centro de Juan Cuevas, decidió el insuficiente triunfo del equipo de cielo y oro en el estadio Metropolitano de la ciudad de Barquisimeto, hogar prestado para el club de Venezuela, pues su escenario habitual está en obras.
Flores, con decisivas intervenciones, mantuvo a flote a los caraqueños para hacer valer el resultado del pasado 22 de febrero, cuando una diana de Edwuin Pernía in extremis (90+1) completó una remontada iniciada por el colombiano Jesús Arrieta (75) tras tanto de Cuevas (73).
Ahora, el equipo del exseleccionador vinotinto Noel ‘Chita’ Sanvicente deberá esperar para conocer a su próximo rival hasta el sorteo del 2 de junio. Una vez completada la primera ronda, la Sudamericana entrará en receso hasta el 17 de julio, reanudándose después del Mundial de Rusia-2018.
Flores fue clave hasta el último instante. Con el tiempo reglamentario cumplido, el cancerbero sacó un potente remate a media distancia de Lucas Mugni que pudo haber significado la eliminación de los Rojos del Ávila.
Everton tomó el control del balón desde el principio, pero la oncena de Pablo ‘Vitamina’ Sánchez echaba en falta profundidad y claridad de ideas, siendo además golpeada por el mal estado de la cancha, que hacía difícil crear asociaciones en la zona media.
La entrada de Mugni tras el descanso cambió las cosas y el conjunto de Sánchez dejó de ser inofensivo.
Flores se creció en ese momento. El meta de 27 años responde a la responsabilidad de cubrir el gigantesco vacío que dejó en el Caracas la mudanza del internacional venezolano Wuilker Faríñez a Colombia, donde empieza a convertirse en un joven ídolo de Millonarios.
Su actividad en la primera mitad había sido reducida. Bloqueó un tiro de Óscar Salinas en el minuto 26 y luego, en el 29, salió a tiempo para corregir un error de sus compañeros en defensa cuando Iván Ochoa se disponía a fusilarlo a quemarropa.
Pero la segunda le exigió al máximo.
El riesgo de esperar
El Caracas planteó el partido jugando con la ventaja que se llevó en la maleta desde Viña del Mar. Esperaba a su rival, consciente de que el paso del tiempo le favorecía y que el 0-0 le servía.
Controlaba a Everton y contragolpeaba buscando a su único punta, Edwuin Pernía, y a los hombres de banda: Néstor Canelón y Robert Hernández. Pudo además crear peligro y un testarazo de Bernardo Añor se estrelló en el poste al borde del descanso.
Mugni cambió la dinámica y Caracas sufrió.
Poco antes del gol de Madrid, que conectó de manera impecable un envío de Cuevas desde el costado derecho, Patricio Rubio perdonó a los anfitriones. Cruzó demasiado su disparo, luego de que la zaga roja le regalara la esférica en el área.
Completamente superado en el tramo final del choque, los once veces campeones de Venezuela terminaron defendiéndose con última línea de cinco hombres y con sus mediocampistas formando una represa que intentaba frenar el caudal de los chilenos.
Sufriendo, con Flores como héroe, el Caracas aguantó para seguir con vida.