AFP – El mal estado del campo del Estadio Monumental de Maturín, que recibirá este jueves el partido entre Venezuela y Bolivia por la undécima fecha de la clasificatoria sudamericana al Mundial de Rusia-2018, generó protestas de la selección local.
«Ver la cancha me dio amargura y mucha tristeza. En vez de hablar de fútbol, nos toca hablar de la cancha, que pasa a ser actor principal, porque no está ni cerca de lo que debe ser un escenario para la alta competencia», se quejó el seleccionador venezolano, Rafael Dudamel, en rueda de prensa.
«Nos incumplieron», agregó Dudamel, al acusar a los organizadores de romper sus compromisos.
El Monumental, construido por la Copa América de Venezuela 2007, es el estadio con mayor aforo en el país caribeño, con capacidad para 52.000 espectadores.
La gobernación del estado Monagas (noreste), cuya capital es Maturín, inició obras para la recuperación del césped el mes pasado, pero en la noche del miércoles aún trabajadores intentaban ponerlo a punto a contrarreloj.
«Es una pena el estado de la cancha y ya no tenemos otra alternativa», manifestó el técnico vinotinto.
Venezuela jamás ha disputado un compromiso premundialista en el Monumental. Se presentó allí por última ocasión el 12 de febrero de 2009, cuando estaba dirigida por César Farías, jugando un amistoso ante Guatemala que culminó con victoria 2-1.