Agencias, Río de Janeiro – El expresidente de la FIFA João Havelange murió hoy a los 100 años de edad en Río de Janeiro, informaron fuentes médicas al portal de noticias G1.
El brasileño, quien fue presidente de FIFA de 1974 a 1998, estaba ingresado en el hospital Samaritano de Río de Janeiro para un tratamiento pulmonar y en los últimos años había sufrido un empeoramiento en su estado de salud.
Havelange fue uno de los principales artífices de la designación de Río de Janeiro como sede olímpica, pero fue el gran ausente en la ceremonia de inauguración celebrada el pasado 5 de agosto en el estadio Maracaná. Su caluroso discurso en Copenhague en 2009 fue uno de los factores que convenció a sus entonces colegas del Comité Olímpico Internacional (COI) para votar a la ciudad brasileña por delante de Madrid, Chicago o Tokio.
Havelange sucedió en el mando de la FIFA al inglés Stanley Rous en 1974, tras cosechar votos africanos a través de su reclamo por mayor representación del continente en el Mundial.
Havelange estaba muy orgulloso de que la FIFA tuviera cerca de 200 asociaciones miembro. «Cuando dejé la FIFA el 8 de julio de 1998 teníamos 194 naciones miembro y visité a casi todas ellas (…) una de las excepciones fue Afganistán, que estaba en guerra».
No fumaba, no bebía ni apostaba, nadaba todos los días y se jactaba de haber respondido a cada una de las 6.000 cartas que recibió durante su presidencia.
Havelange estaba prácticamente marginado desde que en 2012 se destapó el escándalo de pago de sobornos por parte de ISL, empresa que fue dueña de los derechos audiovisuales del Mundial, a altos dirigentes de la FIFA, entre ellos su presidente.
Tras descubrirse el escándalo, Havelange renunció a su puesto de presidente de honor de la FIFA y a su cargo de miembro del COI, antes de que estos organismos tuviesen tiempo de estudiar posibles sanciones.
A lo largo de su carrera como dirigente, Havelange mantuvo un permanente conflicto con Diego Maradona. «Havelange le vende balas a uno y el rifle al otro», declaró el exfutbolista. Por otra parte, Havelange dijo en reiteradas ocasiones que Diego era «como un hijo», a lo que Maradona retrucó: «No quiero que diga que me quiere como un padre. No soy un hijo de puta».