GradaDigital.com Fútbol más cerca de ti
Juan José Lahuerta. EFE – La selección de Jamaica disputará en Estados Unidos su segunda Copa América consecutiva y volverá a codearse con la élite del continente sudamericano para, por tercer año consecutivo, conseguir algo relevante en el panorama internacional futbolístico.
Atrás quedó esa larga travesía por el desierto en la que el combinado caribeño pasó del cielo del Mundial de Francia 1998 al infierno por su ausencia en los torneos más importantes del mundo.
En un ámbito más local sí consiguió éxitos (Copa del Caribe en 1998, 2005, 2008, 2010 y 2014) y, hasta la participación en la Copa América del año pasado y el subcampeonato en la Copa Oro, no volvió a llamar la atención.
Jamaica jugará por segunda vez la Copa América porque es el campeón de la Copa Caribe. Sus éxitos más locales al final han servido para lograr una plaza en la edición del centenario. Ahora, tendrá una oportunidad de mejorar el papel del año pasado, cuando no pudo sumar ni un punto en la fase de grupos.
Sin embargo, pese a que en Chile se marchó del campeonato a las primeras de cambio, ofreció una buena imagen y sus rivales, Argentina, Paraguay y Uruguay, sólo pudieron ganarle por 1-0.
Con ese espíritu combativo, el cuadro jamaicano intentará mejorar el resultado de la única Copa América en la que ha participado hasta este momento.
El equipo que dirige el técnico alemán Winfried Schäfer, en el cargo desde el 18 de julio de 2013, ya no será una cenicienta, aunque el recuerdo del mayor éxito jamás conseguido por Jamaica, su participación en el Mundial de Francia 1998, seguirá vivo. Pero ahora estará presente sin tanta ansiedad.
Sin embargo, el respeto por los símbolos es máximo en Jamaica y nombres como el de Theodore Whitmore aún siguen en la memoria del país caribeño. Sus dos goles ante Japón en Francia para cerrar con victoria su participación en el Mundial pasaron a la historia como un ejemplo a seguir de superación.
Precisamente, fue Whitmore quien dirigió a Jamaica justo antes de la llegada al banquillo de Winfried Schäfer tras varios fracasos en las fases de clasificación para los mundiales de Corea y Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Con Whitmore en el equipo se atisbaron brotes verdes y Jamaica estuvo a punto de alcanzar el Mundial de Brasil. Schäfer consiguió recoger el trabajo que sembró su antecesor e intentará que los Reggae Boyz pasen por primera vez en la historia de una fase de grupos.
Enfrente tendrán a tres rivales menos complicados que en la Copa América de Chile. Aunque repetirá junto a una de las favoritas, Uruguay, compartirá cartel con Venezuela y México en el Grupo C.
A priori, su clasificación para la siguiente ronda sería una sorpresa, pero todo es posible en una selección en pleno crecimiento.
El entrenador germano ha conseguido reunir un combinado competitivo en el que hay mucha más juventud que veteranía, con nombres como el Darren Mattocks, un delantero imprevisible, joven y atrevido que brilla en el Vancouver Whitecaps de Canadá.
Pero sin duda, el nombre a seguir es el veterano Wes Morgan, capitán del Leicester y fijo en el centro de la defensa del equipo de Claudio Ranieri. Jamaica contará con todo un campeón de la Premier League que aportará mucha experiencia después de una temporada llena de emociones y tensión que acabó con éxito.
El grueso del resto futbolistas que habitualmente acuden a las llamadas de su técnico juegan en Inglaterra y en la Liga de Estados Unidos. El Crystal Palace, el New York Red Bulls o el Dallas, acogen a nombres como los de Adrian Mariappa, Kemar Lawrence o Je-Vaughn Watson, la esperanza de un equipo que espera acabar entre los dos primeros de su grupo para alcanzar los cuartos de final.
El equipo caribeño debutará ante Venezuela el día 5 de junio en Chicago. Después, el 9, se verá las caras con México en Pasadena y acabará la fase de grupos el día 13 en San Francisco ante Uruguay. Jamaica tendrá tres partidos por delante para demostrar que ha resurgido.
