Mariann García. – Desde hace algunos años los duelos entre Venezuela y Paraguay se convirtieron en algo más que un simple partido donde se disputan unos puntos. Ambas selecciones han pasado por altos y bajos, resaltando que los Guaraníes tienen historia mundialista.
El orgullo ha hecho que cada encuentro se juegue con garra, como si no hubiese nada más importante y olvidando todos los números que colocan a los venezolanos por debajo de los paraguayos.
La última vez que ambas escuadras se vieron las caras en el CTE Cachamay por un partido de eliminatorias fue el 10 de octubre de 2009, la antepenúltima fecha de la clasificación a Sudáfrica 2010. Ese día Paraguay sacó a los criollos del camino y los venció 1-2. Nicolás Fedor falló un penal y Alexander Rondón sólo logró descontar en los últimos minutos. «En Puerto Ordaz comenzó esta rivalidad, nos sacaron de las aspiraciones de ir a un Mundial y nos bailaron en la cara», recordó Franklin Lucena, quien desde entonces ha estado en cada uno de los duelos frente a esta selección.
Los choques en Copa América
Pasaron dos años y el destino los volvió a enfrentar, esta vez en la Copa América 2011, con aspiraciones diferentes y en un juego donde ocurrió de todo. La última fecha del grupo, Venezuela prácticamente estaba clasificada a la siguiente ronda, comenzó ganando con un gol de Salomón y en unos instantes estaba abajo 1-3. Nicolás Fedor se sacó la espina de aquel penal y marcó el descuento en el minuto noventa, mientras que en el agregado, ya a unos segundos del pitazo final, sentenciaron un tiro de esquina, subió todo el equipo, hasta el portero Renny Vegas, quien confesó: «no le pedí permiso a Farias, recuerdo que subí y me elevé como uno de mis jugadores favoritos de la NBA, Derrick Rose». Bajó la pelota para Grenddy Perozo y éste con un cabezazo empató el encuentro 3-3, asegurándo la participación de su país en cuartos de final.
«Ese fue un partido muy extraño y confuso. Comenzamos ganando, nuestro portero cabeceó y empatamos. Ese día fue una gran alegría, había una espinita con ellos y logramos ese resultado», destacó Lucena sobre esa tarde noche en la ciudad de Salta, Argentina.
Unos días después, el 20 de julio, se vuelven a ver las caras, en ese momento la lucha era por un puesto en la gran final de la Copa América. «Fue un día amargo, hicimos un gran partido, pero ellos se llevaron la victoria que necesitábamos, éso nos terminó sacando del gran sueño. Ahí también se afianza la rivalidad cuando hubo el enfrentamiento de golpes al culminar, eso es algo que nos quedó, pues el ser humano siente cuando no toman medidas adecuadas en el campo», afirmó «Paky» sobre aquella noche donde la suerte de los penales no estuvo con ellos.
El polivalente jugador no era un cobrador de penales; sin embargo, asumió la responsabilidad y las cosas no salieron como se esperaban. «Hay que estar ahí en los doce pasos para poder decir algo», respondió el jugador cuando se le preguntó sobre este hecho.
Aquella selección paraguaya llegó a la final ante Uruguay sin ganar un encuentro y determinando todos los partidos importantes en la definición de penales. «César Baena y yo ya habíamos conversado de eso, cómo cobraban los jugadores, pero los penales son una lotería», añadió Vegas, que tampoco pudo detener ningún balón.
Después de los golpes, insultos y demás burlas, los venezolanos quedaron dolidos porque les dieron en el orgullo.
El fútbol da revancha
11 de septiembre de 2012, se enfrentaron en la octava fecha de las eliminatorias a Brasil 2014. Los dirigidos por César Farias llegaron a Asunción con el golpe de haber caído en Perú, pero con las ganas de sacarse la espinita con los paraguayos. «Había una adrenalina impresionante por el morbo que sentía la gente al ver otro encuentro entre estas selecciones. Era el momento de sacarnos la espinita y lo logramos. Celebramos como si hubiésemos ganado una Copa del Mundo. Esa imagen siempre la llevo presente», recordó el dorsal número 14 de la Vinotinto.
Aquel martes hubo cambios en la alineación, jugaron a defenderse con el balón y Salomón Rondón apareció en par de oportunidades para sellar el primer triunfo del combinado nacional en el estadio Defensores del Chaco. «El partido no salió redondo. Estamos quitando un rival del Mundial, es un rival menos», declaró el goleador al salir de aquel cotejo.
Empate sin sabor
El 2013 no fue un buen año para la selección nacional, entre empates y derrotas el sueño de Brasil 2014 se iba diluyendo. La última fecha se midieron ante los dirigidos por Victor Genes, que no tenían nada porque pelear, aunque igual salieron a ser la piedra en el zapato de los criollos que debían ganar por una cantidad considerable de goles y ligar que se dieran resultados en otras plazas. Nada ocurrió como estaba planeado, los visitantes comenzaron ganando y Luis Manuel Seijas ingresó en el 77′ para que cinco minutos después marcara la igualdad del 1-1. Este resultado hizo que tanto jugadores como fanáticos lloraran nuevamente por tener tan cercar una Copa del Mundo y no poder clasificar.
La tristeza era inmensa para todos y uno de los más afectados visiblemente fue el lateral Roberto Rosales, quien luego de un par de años habla de ese momento: «Paraguay es una selección con mucho potencial, no importa si están en un buen momento o no porque siempre salen a ganar. Nosotros los sacamos de la pelea en su casa y ese empate en Pueblo Nuevo también nos sacó a nosotros del Mundial. Fue triste el momento, luchamos por colocar el nombre de Venezuela en Brasil 2014 y no lo logramos; sin embargo, todos los partidos son diferentes y en este ciclo tendremos una nueva oportunidad».
Un nuevo capítulo en la historia
Este 8 octubre inicia un nuevo ciclo mundialista y los vinotintos tendrán la oportunidad de abrir en casa ante uno de sus grandes rivales. «Estamos necesitados de triunfos. Es el momento para dar un paso importante en casa. Comenzamos con un objetivo muy claro y tenemos que ganar», puntualizó Franklin Lucena.
Defenderse con el balón ha sido una de las herramientas que ha ayudado a Venezuela frente a Paraguay, y aunque cada encuentro es distintos, Robertico cree que: «Es un arma a utilizar, ya que ellos son un equipo con mucho poderío, especialmente en balón parado. Tienen esa garra de nunca darse por vencido, ahí es donde tenemos que igualarlos en intensidad y podremos tener un partido muy parejo».
Este jueves en el CTE Cachamay, a las 4:30 de la tarde, comenzará una nueva historia y los de Sanvicente se presentan con una selección compuesta de experiencia y juventud que ha madurado con el pasar de los años. Rusia 2018 es su objetivo y tendrán 18 jornadas para conseguirlo.