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Mariann García.- El Maracanazo quedó en el olvido, los brasileños pitaron a los suyos y Alemania se convirtió en una demoledora para pasarle por encima a la anfitriona. Clase, orden, precisión y garra sobraron por parte de los germanos para humillar a Brasil 7-1 en su país y conseguir el boleto para jugar la final del Mundial el próximo domingo 13 de julio.
Los dirigidos por Scolari nunca se imaginaron lo que iba a pasar la tarde del martes 8 de julio, comenzaron con dos minutos muy buenos en los que se mostraron con presión en el área alemana, pero eso sólo les duró diez minutos. Un tiro de esquina desnudó la defensa local cuando dejaron solo a Thomas Muller y este con su precisión de goleador se encargó de abrir el marcador.
La fiesta no quedó ahí, pues a Ronaldo le tocó ver desde una tribuna como en el minuto 23 del juego apareció Miroslav Klose para arrebatarle el título como máximo goleador en las Copas del Mundo, sumando hasta los momentos 16 dianas. En ese instante el tanto valió más que un récord, fue la inspiración y golpe a la mesa para que llegara la goleada.
Seis minutos bastaron para abultar el marcador y dejar la pizarra 0-5, un resultado que jamás se hubiese pensado para esta semifinal. Toni Kroos marcó en el 25´ y luego con una verdeamarela en shock les agregó el cuarto para que después, justo al 29´ Sami Khedira sellara el quinto.
Media hora de terror, sin ideas y con la cara abajo jugaban los de casa, no tuvieron con suelo y mucho menos chispa para hacer algo por su nación. Así se fueron al descanso, al regreso hubo par de cambios para resguardar un poco, no salieron con todo y hasta fueron precavidos como si el estuvieran con una diferencia corta.
El arquero alemán Manuel Neur le prohibió a Ramires y Paulinho descontar, se mostró muy seguro y evitó las llegadas del rival. En ese momento se mostraba diferente Brasil; sin embargo, Andre Schuerrle puso la guinda del 0-6 al minuto sesenta y nueve. Diiez minutos más tarde, volvió al arco de Julio Cesar para pintar el 0-7. El de la honra, si así se lo puede decir, lo metió Oscar en el noventa, ya sin nada que hacer y con un estadio pitándolos por lo que habían hecho en el campo.
El mundo entero destruye a Brasil, mientras que unos pocos reconocen el buen cotejo que planteó Alemania al desnudar a una selección que medio llegó a esta instancia y que no pudo levantarse. El sábado 12, la selección brasileña deberá pelear el tercer lugar y los alemanes tratarán de levantar la copa el domingo 13 de julio.
