TERESOPOLIS, Brasil, 30 jun (Reuters) – La selección brasileña tiene que lograr llevar a la cancha el favoritismo del Mundial y no preocuparse más de la parte emocional, dijo el mediocampista Fernandinho el lunes, después de que varios futbolistas mostraron señales de estar con los nervios a flor de piel a la hora de los penales contra Chile.
Las escenas de llanto del capitán Thiago Silva, el arquero Julio Cesar y el delantero Neymar, entre otros, antes y después de la victoria por penales contra Chile, además del pedido de Silva de no patear el penal por falta de confianza, pusieron en tela de juicio el factor psicológico de los jugadores.
El peso de ser los anfitriones y lograr un título en casa en el primer Mundial organizado en Brasil desde 1950 parece pesar sobre los hombros de la selección.
Pero Fernandinho dijo que la selección ya hizo lo que tenía que hacer en la parte emocional y que ahora son los propios jugadores los que deben conversar entre sí para que el equipo traduzca en la cancha el favoritismo que gozaba desde el inicio del torneo, algo que no ha conseguido hasta ahora.
«Ahora no es la hora de trabajar más en la parte emocional, todo el mundo es consciente de lo que tenemos que hacer. Lo que importa ahora es mostrar dentro del campo por qué estamos aquí», afirmó el jugador del Manchester City.
«Las charlas con los psicólogos fueron muy buenas, ahora son las conversaciones entre atletas, jugadores (…) La charla entre los jugadores puede cambiar las cosas de aquí en adelante», agregó.
Desde el inicio de la preparación para el Mundial, algunos jugadores, como Thiago Silva, reconocieron que sienten una presión extra por jugar en casa y debido a la derrota frente a Uruguay en la final de la Copa del Mundo de 1950 en el Maracaná.
El técnico Luiz Felipe Scolari llevó psicólogos a la concentración del equipo para hacer un perfil de cada jugador y así ayudarlos en la parte emocional.
El clima de tensión en el partido contra Chile, sin embargo, derrumbó a muchos jugadores. Tras llorar bastante antes de la tanda de penales, Thiago Silva pidió al técnico no patear porque «no estaba seguro».
Fernandinho garantizó que el equipo está emocionalmente «tranquilo» y pidió enfocarse en el próximo partido.
La selección brasileña enfrentará a Colombia el viernes en Fortaleza por los cuartos de final.