Mariann García.- Alemania brilló, goleó y gustó ante una pobre Portugal que no supo remontar. Un penal dudoso, una falta infantil de Pepe que se hace expulsar y un genio como Thomas Müller que se convirtió en el goleador de Brasil 2014 con tres tantos fueron los ingredientes de este cotejo.
El duelo entre los lusos y germanos tildaba para ser el partidazo del grupo G. Cristiano Ronaldo dirigió su banda, trató de poner su ritmo y en los primeros minutos se acercó con un centro y luego pegando desde fuera del área para tratar de sorprender.
A diez minutos de haber comenzado el partido, el portugués Joao Pereira tuvo un empujón en la zona de peligro con Gotze y el árbitro estadounidense Mark Geiger decidió pitar el penal para que Thomas Müller con mucha clase colocara el 1-0 a favor de los suyos. Después de este tanto los dirigidos por Loew se adueñaron de la fiesta, agruparon sus piezas e impusieron su juego.
En el minuto 25 Nani dio luz de vida para su país y pegó un zapatazo en el travesaño superior, más de uno suspiró y otros se habrán asustado. Dos minutos más tarde, hubo malas noticias para Portugal, Hugo Almeida salió lesionado y tuvo que ser sustituido por Eder.
El segundo tanto de la tarde llegó después de un tiro de esquina y una gran definición de Mats Hummels con su cabeza para el 2-0. Si ya la goleada caía, Pepe se encargó de incrementar el desastre al dejar a los suyos con diez, cometiendo una falta a Müller, quien tirado en el piso recibió un cabezazo del portugués y le ocasionó una tarjeta roja directa. La perla para irse al descanso la colocó Thomas, el joven delantero de manera rápida tocó un balón y de inmediato pateó al arco para dejar a todo el mundo impactado.
En la segunda mitad fue más calmado por parte de Alemania, sabían que tenían una buena cantidad de goles y buscaron tener el dominio del balón sin apresurarse. Por parte de los de Cristiano, hubo desespero, pero sólo se notó Ronaldo en el campo, estuvo solo contra el mundo tratando de descontar y levantar la cara de su nación.
La estrella del día, Müller, se convirtió en el verdugo de los lusos que ni por más que Cristino hiciera de todo en el campo supieron anotar. En el 78, justo a doce minutos para el pitazo final volvió a decir presente y con su perfecto olfato a gol siguió una jugada que selló el 4-0. Dos mundiales en su vida y ya suma ocho goles, un joven de apenas 24 años.
Fiesta germana, tristeza portuguesa. Apenas comienza la Copa del Mundo y habrá qué ocurre en los próximos dos partidos del grupo G. Por ahora, Alemania sigue como fiel candidato al título.